Después de Navidad, seguro que hemos cogido un kilo o dos, y la obsesión por llegar al verano con algo que nosotros consideramos un cuerpo válido hace que nos dirijamos lo antes posible a un nutricionista, gimnasio, dietista, a la dieta del bocadillo o cualquier otro camino que nos lleve a sentirnos mejor exteriormente.
Nuestro cuerpo físico nos preocupa y mucho, pero por suerte cada vez más nos preocupa por cuestión de salud, y no sólo de apariencia. El hecho de sentirnos bien con nuestro cuerpo, de sentirnos ágiles y menos pesados es cada vez más importante.
Cada vez nos interesamos más por la comida sana, por llevar una dieta más equilibrada, menos bollería industrial, menos grasas, y también tratamos de transmitir cada vez más ese tipo de alimentación a los niños.
Parece que es lo más necesario para estar bien.
Pero ¿qué pasa si hablamos de que después de Navidad nos encontramos con que nuestro estrés diario no se ha calmado, nuestro tiempo sigue siendo el mismo y nuestras actividades también? Lo vemos normal ¿verdad? lo asumimos y punto.
Y quizá muchas veces ese estrés es el que nos lleva a una mala alimentación, que es la que queremos evitar. Propongo que intentemos combinar ambas cosas. Todo mejorará en nosotros.
El sentirse estresado a diario pasa factura, el parecer que no hay tiempo para hacer todo lo que queremos, nos lleva a una desorganización que afecta a todo, a nuestro trabajo, a nuestra vida diaria y a nuestra alimentación.
Creo que está sobrevalorado el cuidado físico, y está infravalorado nuestra organización diaria.
La falta de tiempo conlleva una falta de organización, la falta de organización conlleva una baja productividad. La baja productividad un aumento de estrés, y esto conlleva muchas veces a una mala alimentación, y a comer por ansiedad.
Hemos normalizado tanto el ir corriendo, el ir estresado porque parece que es la única manera de vivir, que no nos damos cuenta que es un problema real.
Nos quita tiempo de la vida que realmente es la importante, de nuestros amigos, de nuestra familia, de leer, de estar paseando, o porqué no, de estar sentado en el sofá viendo una peli sin ningún tipo de remordimiento, porque sencillamente es tu momento de ver una peli.
La organización personal es algo que cada vez es más demandado. Cada vez necesitamos tener bajo control nuestro tiempo, dominarlo, y que no nos domine a nosotros
En una reciente encuesta, hice un estudio sobre el interés sobre tener buen físico o menor estrés.
Los resultados ante el físico, eran los esperados, un porcentaje muy elevado quiere tener buen físico, encontrarse mejor, bajar unos kilos.
En las preguntas sobre si crees que vives estresado, el porcentaje de respuestas afirmativas es muy elevado.
Y ante la elección de vivir más tranquilo o de tener un buen físico, la elección es vivir más tranquilo.
Todo esto parece bastante normal, pero lo que me llevo de todo esto es que existe un problema real de estrés diario. Si no fuera así, si todos llevásemos una vida organizada y sin prisas, quizá la elección de nuestro regalo sería el de tener un buen físico.
La simple implantación de ciertas rutinas puede hacernos conseguir eso que tanto deseamos y que tal mal usamos: el tiempo.
Te quiero dar unas pautas básicas para conseguir ser un poco más organizado:
Empieza por ser puntual. Si desde que comienza el día eres impuntual, todo se te irá viniendo encima, irás corriendo a todas partes, y a parte de no quedar muy bien, te parecerá que el día se queda corto.
Olvídate de las redes sociales, por lo menos durante el tiempo que estés dedicando a trabajar o a estar con tu familia, creo que es lo que más tiempo consume sin darte cuenta. Comprobado, mirar un rato Instagram por la mañana, hoy me ha supuesto perder de repente 20 minutos de mi tiempo, con lo cual he tenido que correr luego un montón (todos nos podemos equivocar…)
Aprende a controlar el tiempo de tus tareas, actividades. Desde cuánto te cuesta preparar la comida, hasta cuánto tiempo necesitas para levantarte, desayunar, y salir de casa. Quizá sólo tengas que madrugar un poquito más, a veces las soluciones son muy sencillas.
No trabajes 24 horas, ponte horarios de trabajo si eres autónomo o freelance. Aprovecha 100% el tiempo de trabajo y tendrás vida fuera del trabajo, y de calidad.
Utiliza aplicaciones, herramientas, que te ayuden a recordar, no dependas sólo de lo que tu cabeza se acuerde, porque realmente, es capaz de absorber y guardar muchas cosas y mucha información, pero no de recordarlas en el momento que debe hacerlo. Usa calendarios, agendas, libretas, cualquier cosa que te facilite la tarea de tener todo anotado.
Organízate las comidas, ayudarás a que tu vida, además de ser más relajada, tenga una dieta equilibrada, porque no cogerás lo primero que pilles, sabrás qué comer y cuándo. Además es una manera de ahorrar porque comprarás lo que necesitas.
Conócete, aprende cuándo eres más productivo, cuándo necesitas comer, cuántas horas necesitas para estar descansado y a qué hora debes acostarte para ello. Investiga sobre los biorritmos
Lleva tu organización a tu entorno más cercano, sin ser obsesivo porque sino puedes provocar el efecto contrario. Predica con el ejemplo, muchas veces es más efectivo un acto que una palabra. El simple hecho de poner un calendario en la cocina por ejemplo, donde ver todas las citas, eventos, recordatorios de toda la familia, es una buena costumbre para tener organizada una parte de tu vida.
Encuentra el equilibrio, la balanza, y tu cuerpo y tu mente te lo agradecerán.
La entrada Como mejorar tu salud teniendo una vida más organizada aparece primero en Psicocode.
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