Conocemos aquellos alimentos que nos hacen mal. Se dice que somos lo que comemos pero también somos aquellos que pensamos.
Al igual que nos preocupamos por aquellos alimentos que ingerimos, también deberíamos preocuparnos por cómo alimentamos nuestra mente.
No me refiero a un nivel bioquímico, me refiero a los pensamientos que dejamos entrar en nuestra mente.
El alimento de la mente es la información que llega a ella a través de diferentes canales: imágenes, sonidos e impresiones sensoriales como el gusto, el tacto y las emociones.
El problema de la información radica en que el efecto que produce en nuestra mente es en un 95% subconsciente. Este efecto se produce a través de pensamientos, actos repetidos y emociones intensas. Todo ello produce que desarrollemos hábitos de comportamiento y pensamientos erróneos.
Yo os propongo un reto: establecer una semana de dieta mental.
Igual que cuidamos lo que comemos, cuidemos lo que pensamos. Así que mi propuesta es DESAYUNO, COMIDA Y CENA. Pasad todos nuestros pensamientos por una balanza. Aquí os dejo el medidor de kilopensamientos.
1. Filtro de la evidencia
Lo primero que te tienes que plantear es si aquello que estás pensando es cierto o tiene algún tipo de evidencia.
Hacer un análisis de esta pregunta por si solo ya desecha gran parte de nuestros pensamientos negativos .
Plantéate que aquello que estás pensando es tan solo una hipótesis y que necesitas buscar hechos que la corroboren.
¿Es totalmente cierto lo que estoy pensando?
¿En qué me baso? ¿Tengo evidencias suficientes?
Evidencias a favor y en contra (Hay que tratar de ser lo más objetivos posibles y no sesgar las respuestas)
¿Tengo toda la información para hacer esa inferencia?
¿Me infravaloro? (Ejemplo: ¿realmente nunca me ha salido nada bien? Si pienso situaciones en las que algo me ha salido bien seguro que encuentro alguna)
¿Mi interpretación es parcial?
¿Exagero?
¿Me responsabilizo en exceso?
¿Podría existir otra explicación u otra forma más realista de pensar?
2. Filtro de la gravedad
¿Es tan grave como yo pienso?
Es decir, en caso de que el pensamiento fuera cierto nos vamos a hacer preguntas encaminadas a evaluar la magnitud de las consecuencias.
¿Serían tan horribles las consecuencias?
¿Qué ocurriría si…)
¿A cuántas áreas de mi vida afectaría?
¿Podría encontrarme bien aún cuando esto sea así?
¿Hay otras personas a quienes les haya ocurrido y cómo lo han vivido?
¿Tiene alguna consecuencia positiva?
¿Sería una circunstancia desagradable o insuperable?
¿Me afectaría durante un periodo de tiempo (un mes, dos meses, un año) o durante toda mi vida?
¿Me podrían pasar cosas más graves? ¿Cuáles?
3. Filtro de la utilidad
Y en el caso de que el pensamiento pase los dos filtros anteriores, es decir sea verdadero y grave (Por ejemplo alguna enfermedad seria) Te propongo las siguientes preguntas:
¿Qué consecuencias tiene para mí pensar así?
¿Me ayuda a solucionar mis problemas?
¿Me hace sentirme bien?
¿Me sirve de algo darle vueltas de manera improductiva?
¿Me ayuda el darle vueltas y más vueltas?
Muchos pensamientos negativos te vendrán en el curso del día. Algunos te vendrán de otras personas, o quizás oirás noticias desagradables. Sin embargo, estas cosas no importan siempre y cuando no te quedes en ellas.
Las páginas de contactos se han convertido en una de las principales herramientas para llevar la vida social a un nuevo nivel. Ya nadie discute sobre la importancia de estas páginas y aplicaciones de contactos para socializar.
Existe una gran oferta de webs de contactos que se disponen a lo largo de la Red de Internet. No todas son iguales ni poseen las mismas características. Algunas están para conocer nuevas amistades o compartir aficiones y otras para encuentros casuales.
En definitiva, los objetivos son distintos pero los protocolos de actuación y aprendizaje son siempre muy similares. Ser usuario de este tipo de webs de contactos requiere tener un buen conocimiento de esto sitios para lograr una mayor efectividad.
A este gran número de sitios de webs de contacto se han sumado portales que permiten conocer las opiniones y comentarios de usuarios. La experiencia de estos usuarios ya registrados nos ayudará a conocer, de primera mano, en qué consisten cada tipo de web de citas, y con ello, tomar la mejor decisión posible. Por ejemplo saber de fuego de vida las opiniones web es una buena forma de tener en cuenta el tipo de usuarios que se registran en esta web.
Ante la gran pregunta de cuál es la web de contactos ideal para cada persona, es importante tener en cuenta varios aspectos:
En primer lugar, se debe de conocer perfectamente que deseos y objetivos buscamos con el uso de estas webs de contactos. Buscar amistades, pareja o diversión… las opciones son variadas y cada web tiene un propósito.
Otro aspecto importante es utilizar un tiempo para revisar y estudiar cada web de contactos con el fin de tener claro que usuarios se registran, cual es su nicho de público potencial y las reglas de protocolo y uso de dichos sitios.
Teniendo en cuenta estos aspectos, es mucho más fácil escoger una web de contactos que se ajuste perfectamente a nuestro perfil profesional. Aumentando, de manera importante, las posibilidades de disfrutar y tener éxito en las mismas.
Cada cierto tiempo tenga la necesidad de escribir sobre drogas. En esta ocasión voy a reflexionar sobre Situación legal de las drogas y los peligros de las políticas prohibicionistas.
Son más de 10 años dirigiendo proyectos para ayudar a personas con problemas con las drogas y muchas las horas dedicadas a leer y estudiar informes, posicionamientos, legislaciones y todo tipo de documentación relacionada con las drogas y las conductas adictivas.
Y cada día que pasa estoy más convencido de que respecto a las drogas, el día que seamos capaces como sociedad de quitarnos los tabús, las mojigaterías, las moralinas y las gilipolleces que adornan ciertas cabezas seremos capaces de dar las respuestas a todos los problemas que generan las drogas. Seremos capaces de dar respuesta a:
Los problemas de adicción.
El negocio multimillonario de las mafias, cárteles y organizaciones criminales.
La marginalización de los vendedores de drogas.
La mala calidad de las drogas y los problemas asociados a la adulteración.
… y un sinfín de problemas generados.
Los problemas de adicción
¿Cuántas personas consumidoras de drogas tienen un problema de adicción?
Respondo con el dato facilitado por socidrogalcohol (Sociedad científica española de estudios sobre el Alcohol, el alcoholismo y otras adicciones), una de las voces más autorizadas en España al hablar de drogas.
… Dado que la mayoría de personas que juegan o usan drogas, legales o ilegales, no desarrollan una adicción (se calcula que solo un 10%), … Dato sacado de su posicionamiento ante los trastornos adictivos
Si, has leído bien. Se estima que el 90% de las personas que consumen drogas no generan problemas de adicción.
Así que dejemos de vender la moto que probar las drogas te convierte en drogadicto porque es MENTIRA.
Y no podremos hacer prevención del consumo de drogas de calidad mientras basemos las estrategias en mentiras que nadie que sepa un poco del tema se cree.
Dejemos el paternalismo donde el estado o las leyes pretenden sustituir a las decisiones individuales y empecemos a tratar a los ciudadanos como personas adultas y capaces de tomar decisiones.
Facilitemos información veraz, de calidad y contrastada y renunciemos de una vez al “nene caca, eso no se toca” que es el mansaje detrás de la mayoría de las campañas de prevención del consumo de drogas.
El negocio multimillonario
No me atrevo a dar un dato del volumen de negocio de drogas ilegales en el mundo, pero seguro que está por encima de los 500.000 millones de dólares.
Lo que si esta claro que es el primer negocio ilegal por volumen de negocio.
Hay mucha, pero mucha gente interesada en el negocio de la droga. Mucha gente luchando por que siga siendo ilegal (no por salud pública, sino por puro interés económico).
Situación legal de las drogas: La Marihuana, en el foco del debate de la legalización.
El cannabis (la marihuana y sus derivados) es la droga ilegal más consumida en el mundo. Y ante la evidencia de que el 90% de los consumidores de esta sustancia no tienen problemas de adicción, son imparables los movimientos en todo el mundo hacia la legalización de su consumo.
La situación legal de la marihuana cambia mucho dependiendo de cada país, pero en general podemos encontrar 3 modelos imperantes:
Países donde es legal la marihuana medicinal
El concepto de marihuana medicinal está siendo la entrada a legalizar la marihuana en muchos lugares.
Es una forma de legalizar, pero no, de permitir, pero no.
Diversos estados de Estados Unidos, Canadá, Colombia, Croacia, Argentina o Reino Unido son algunos ejemplos.
Además, el concepto de marihuana medicinal en algunos países es muy restrictivo (Reino Unido, por ejemplo) y en otros es una autentica puerta a que cualquier persona que quiera consumir acceda a Marihuana legal (algunos estados de Estados Unidos).
Países donde es legal la marihuana recreativa
Algunos estados de Estados Unidos, Uruguay y poco más.
Seguro que alguno estará pensando en Holanda, pero la realidad es que en los Países bajos el consumo de marihuana no es legal, aunque debido a uno serie de vacíos legales en la práctica es legal su consumo (y el de muchas otras sustancias).
También es interesante el caso de Portugal, que desde 2001 despenalizó la tenencia cualquier tipo de droga y en donde 17 años de buenos resultados están dándole la razón al modelo que iniciaron.
Países donde es ilegal pero consentido el consumo de marihuana
Aquí nos encontramos con gran multitud de países de Europa y América, es los que es legal comprar semillas de cannabis, alegal su cultivo para consumo propio (si es en pequeñas cantidades suele ser una multa administrativa si te pillan, pero no un delito penal), ilegal su tenencia y legal su consumo (derecho defendido en la mayoría de las constituciones).
En fin, un laberinto totalmente incomprensible que al final genera indefensión en el consumidor, negocio para los narcotraficantes y un espacio indefinido para diversos movimientos como las asociaciones cannábicas o los clubs de fumadores de marihuana.
En este breve análisis estoy dejando fuera a países africanos y asiáticos (muchos de ellos grandes productores) por el simple hecho de que desconozco la mayoría de las legislaciones en estos países.
Marginalidad de los vendedores de drogas y los problemas de adulteración y mala calidad.
Otros de los problemas de la situación de ilegalidad consentida de la venta de drogas, es la exclusión social.
Si bien los grandes narcos son personas con mucho dinero y en demasiadas ocasiones con mucho poder y prestigio, nos encontramos con que los pequeños distribuidores de drogas suelen ser personas en situación de exclusión social, afincadas en barrios marginales y condenados a delincuencia y la exclusión social.
Son muchos los barrios (hablo de España, que es lo que más conozco), donde la venta de droga es el principal sector económico y la garantía de que continuar siendo zonas de exclusión, donde niños y jóvenes aprenden que el mejor futuro que pueden tener es la venta de drogas y donde perpetuar la exclusión social está garantizado.
Además, este sistema de venta de drogas al margen de la ley asociado a la pobreza y exclusión genera gran cantidad de drogas adulteradas, de mala calidad y que genera aun más riesgos para la salud que los derivados del hecho de consumir drogas.
Basta ya de tonterías.
No puedo acabar este post sin gritar alto y fuerte BASTA YA.
Basta ya políticas de prevención que no aportan nada (en España no sea aprecian cambios significativos en el consumo de alcohol y cannabis en jóvenes en los últimos 20 años): Jóvenes y drogas: Algunas conclusiones sobre ESTUDES
Basta ya de la hipocresía respecto a las drogas ilegales, cuando al fin y al cabo todos nos drogamos
Basta ya de reducir los presupuestos para ayudar a las personas con problemas de adicción a las drogas.
Se que las drogas son peligrosas y pueden hacer mucho daño a la salud individual y comunitaria, pero si queremos que:
Haya menor consumo de drogas,
Que los jóvenes empiecen a consumir más tarde y en menor cantidad,
Que haya menos problemas de salud y sociales por la vente y el consumo de drogas,
Tenemos que quitarnos la venda de los ojos y empezar a invertir en EDUCACIÓN (basada en el conocimiento, no en mojigaterías) , en respetar a los consumidores y simplificar los complejos entramados legales que acaban fomentando el narcotráfico, la exclusión social y los riesgos para salud y cambiar la actual situación legal de las drogas.
¿Crees que, cuando tomas una decisión, llevas a cabo todo el proceso de forma completamente consciente? ¿O crees que intervienen factores que quizá te están pasando desapercibidos?
Tomamos decisiones a diario. Constantemente. Y lo hacemos todos.
Tú hoy has tomado ya unas cuantas decisiones cotidianas y tus pensamientos automáticos te predisponen a posteriores decisiones más trascendentes.
Tu modo de percibir las cosas y tu discurso mental constante (inconscientes ambos en gran medida) alimentan tu inclinación hacia una postura u otra en decisiones futuras relevantes. Encrucijadas que sí pueden determinar el curso de los acontecimientos.
Te pongo un par como ejemplo:
1. Si sueles tener miedo de las situaciones nuevas que no controlas, debido a una inseguridad que ni tan sólo te has planteado, es posible que estés tomando decisiones en base a evitar todo lo nuevo. Eso te lleva a andar por terrenos conocidos. Da una sensación cómoda (que no real) de seguridad, pero te limita mucho. Puedes perderte una gran oportunidad en algún momento.
2. Si tienes la creencia inconsciente de que no es posible tener un trabajo que te llene y te divierta, mientras te ganas bien la vida, probablemente tus decisiones con respecto al trabajo no tendrán en cuenta aquellas posibilidades que engloban una actividad que te divierta y con la que disfrutes de forma espontánea. De alguna manera, no lo considerarás una alternativa “seria” de trabajo.
Por otro lado, incluso esas decisiones nímias del día a día que pasan desapercibidas, pueden tener más peso en tu vida de lo que piensas.
Por ejemplo, puede que no tenga importancia que hoy desayunes una cosa u otra, pero si siempre eliges tu alimentación en base a factores como:
La mayor comodidad
Lo que va a ser más rápido para ocuparte de otros asuntos
Lo que hace la mayoría a tu alrededor
Lo que más te apetece de forma inmediata
Etc…
Puede que no estés utilizando el mejor de los criterios para elegir tu alimentación. Y eso, a largo plazo, es seguro que tendrá una gran repercusión en tu vida.
Y esto se puede aplicar a muchas “pequeñas decisiones” del día a día.
Así pues, cada decisión es cada uno de los pasos que das en el camino de tu vida.
Las características de ese paso, determinarán una pequeña parte del camino y, en gran medida, influirán sobre el siguiente.
En conclusión… Las decisiones que tomas son dignas de tu atención, ¿no es cierto?
Un modo convencional de decidir
El modo convencional de afrontar una decisión que se ha de tomar se basa, más o menos y a grandes rasgos, en esta estructura:
Intentamos preveer cómo pueden ir las cosas en función de las diferentes opciones que podemos escoger
Damos por hecho que hay una opción que es mejor que el resto y la buscamos
Aplicamos nuestro criterio y nuestra percepción para elegir cuál es esta “mejor opción”
Elegimos en consecuencia
¿Te identificas con este modus operandi? Hoy te invito a que cuestiones si realmente es el único modo de hacerlo o si es el mejor para ti.
Le veo varios fallos a este sistema, pero destacaría dos en especial. Se relacionan entre sí:
Por un lado, los resultados que buscas, y en cuya consecución basas todo lo demás, son mayormente resultados externos.
Imaginas cuál es la mejor opción para ti (en función de todo el equipamiento de creencias, supuestos no cuestionados, ideales heredados de otros, etc.) y te centras en conseguir ese resultado.
A menudo ocurre que, aunque consigues los resultados externos deseados, los resultados internos (el sentimientos de satisfacción final) no se parece a los que esperabas.
Y es que no siempre te conoces lo suficiente para saber lo que de verdad necesitas; aquello que te hace bien de forma profunda.
Por otro lado, y en relación a lo anterior, es posible que des por hecho que tu modo de ver el mundo es objetivo. En otras palabras, crees que ves las cosas tal cual son y no hay otra forma de contemplarlas. Eso, además de no ser cierto, te limita muchísimo.
El primer paso hacia la libertad que conozco, es cuestionar a fondo las propias percepciones. Poner en duda y revisar a menudo la creencias, los supuestos que damos por hecho, etc.
Y es que todo ello se basa en nuestra educación, nuestros condicionamientos, nuestros límites asumidos, los ejemplos de otras personas también poco libres. También se basa en nuestra experiencia, nuestro pasado. Aquello que ya conocemos.
Seguramente, hay miles de otras posibilidades que se le escapa a nuestro “músculo perceptivo” habitual, pero que existen y están a a nuestro alcance.
Posibilidades que quizá tienen una mejor respuesta para lo que de corazón anhelamos.
Ver lo que (aún) no se ve
Lo que no se hace consciente, se manifiesta en nuestras vidas como destino.
Carl Gustav Jung
Todo ese bagaje (que ni siquiera sabes que está en ti porque no lo cuestionas) tiene un enorme impacto en cada decisión que tomas.
He experimentado que el primer paso posible y certero hacia la libertad real, como he dicho antes, es cuestionarse a sí mismo.
¿Estoy sugiriendo entonces que estés en discusión contínua contigo mismo? En absoluto.
Uno puede observarse, cuestionar sus propios pensamientos y estar en paz. De hecho, lo uno ayuda a lo otro. siempre y cuando lo hagas desde una conciencia que esté más allá de los juicios. Simplemente observando. Atreviéndote a mirar de frente y poner luz a lo que antes no veías. Y hacerlo sin crear conflicto.
Puedes hacerlo hasta con cierto sentido del humor y cariño.
Para hacerlo te sugiero preguntas como estas:
¿Es esto que pienso una verdad absoluta?
¿Podría ver esto de otro modo?
¿Existe otra persona que haya vivido esto mismo y lo haya sentido de otra forma diferente a mí?
¿Pensaría yo esto mismo si hubiera tenido una historia, cultura y educación distintas?
Con preguntas de este tipo puedes descubrir tus creencias invisibles, asunciones inconscientes.
Puedes empezar a ponerle luz a todo este equipaje mental inconsciente, y es el principio para que dejen de decidir por ti en la sombra.
Puedes empezar a contemplar nuevas posibilidades y tenerlas en cuenta en las decisiones que tomas.
Un nuevo estado de conciencia
El simple hecho de hacer consciente lo que antes permanecía en el inconsciente, activa la magia.
Es cierto que, para que los cambios se evidencien en nuestra vida, va a ser necesario hacer algo con eso nuevo que hemos descubierto. Tomar decisiones y compromisos nuevos. Integrar estos cambios en nuestra vida, convertirlos en hábitos.
Sin embargo, la simple toma de consciencia, si se hace a un nivel profundo (más allá de lo intelectual) ya nos mueve del lugar en el que estábamos.
Y es que, aunque no hagas ningún paso deliberadamente, ya se operarán ciertos cambios de forma automática y natural.
Cuando una creencia inconsciente se hace consciente, deja de someternos. Deja de activarse de forma automática. Es decir, pierde poder sobre nosotros y pasamos a ser un poquito más libres.
Resumiendo, uno deja de ser tan reactivo y se vuelve un poco más creativo.
Te animo a reflexionar a fondo sobre esto y revisar y cuestionar todo lo que te mueve en una dirección u otra cada vez que tomas una decisión.
Hazlo con la próxima encrucijada que te encuentres en el camino, ¡adelante!
Y, si quieres leer algo más sobre este tipo de decisiones (más libres y más conscientes) que te sugiero, te dejo este artículo de mi blog, en el que profundizo en otros detalles.
La imagen corporativa constituye la representación visual (logotipo, marca, colores) de una empresa u organización. Un gabinete de psicología (o un psicólogo de forma unipersonal) también deben tener una imagen corporativa perfectamente identificable para así poder diferenciarse de su competencia. Dicha imagen será utilizada en distintos formatos tanto impresos (tarjetas de visita, sobres personalizados) como en formato online (página web o blog, redes sociales, newsletter, etc.)
Elementos que conforman la imagen corporativa
Existen distintos elementos bien diferenciados unos de otros que conforman la imagen corporativa.
1. Nombre de la empresa
En este caso hacemos referencia al nombre del Gabinete de Psicología (por ejemplo “Gabinete de Psicología Psiconet”) o bien al Psicólogo como persona física en caso de trabajar de manera autónoma (“Agustín Sánchez Psicólogo“)
2. Logo y otros símbolos
Aquí hacemos referencia a los elementos visuales y gráficos que se han utilizado para mostrar el nombre comercial del Gabinete de forma creativa.
3. Eslogan
El eslogan suele ser una frase corta y llamativa que resuma la especialidad del Gabinete (“especialistas en terapia de pareja” “Solucionamos de manera efectiva tus problemas de ansiedad“).
También suelen utilizarse frases más genéricas que aludan a la trayectoria del Gabinete (“20 años ayudando a las personas a alcanzar la felicidad“)
4. Colores o Identidad Cromática
Aquí hacemos referencia a los colores escogidos para la elaboración del logotipo y los demás elementos visuales.
5. Tipografía
Es muy importante mantener cierta consistencia con el tipo de letra (tipografía) escogido para nuestra imagen corporativa. Una vez escogida dicha letra, debemos utilizarla siempre para todos los ejemplos visuales que proyecten nuestra imagen corporativa.
6. Tono o Lenguaje
El tono o lenguaje hace referencia al estilo de comunicación que vamos a utilizar en nuestras comunicaciones. Puede tratarse de un estilo más cercano y cálido o por el contrario podemos adoptar un estilo más frío y formal. Más allá de alabar las virtudes y defectos de uno y otro estilo, aquí lo importante es mantener coherencia dentro de nuestro estilo.
No tiene sentido disponer de una página web (como veremos en el siguiente punto) cuyos textos denoten cercanía al hablar de tú al paciente, y al mismo tiempo tener un folleto informativo frío y formal en el que nos dirigimos de usted al lector.
7. Página Web
La página web es la carta de presentación del gabinete en el mundo online. En este sentido es muy importante contar con una página web actualizada con contenidos frescos e información contrastada.
En el campo de la psicología es especialmente relevante contar con una sección destinada a los testimonios de pacientes que ya hayan recibido tratamiento dentro del gabinete.
Además de ser una herramienta fundamental para las labores de marketing en la era digital, la página debe responder a la misma coherencia que comentábamos antes en cuando a logo, eslogan, colores, tipografía y tono.
8. Despacho
Nuestro despacho o consulta debe estar en sintonía con la imagen que deseamos transmitir a nuestros pacientes.
No tiene mucho sentido pretender transmitir una imagen de paz y sosiego cuando tenemos un despacho desordenado. De igual modo contar con un hilo musical con melodías relajantes (mientras los pacientes esperan) es mucho más adecuado que tener la radio comercial sintonizada.
9. Papelería
Aquí hacemos referencia a cualquier tipo de material impreso que utilicemos para comunicarnos con nuestros pacientes. Pueden ser desde las típicas tarjetas de visita, sobres, folletos explicativos con distintas técnicas, publicaciones, etc.
La filofobia o el miedo a enamorarse, a tener relaciones de pareja o a comprometerse emocional o sentimentalmente con otra persona, es un problema cada vez más común en las parejas de hoy en día.
De hecho, son muchas las personas que inician una relación sentimental y al cabo de un determinado tiempo empiezan a experimentar ciertos cambios provocados por sus miedos e inseguridades, que les hacen romper esa relación y no avanzar en ese camino.
¿Qué es la filofobia?
La filofobia, psicológicamente hablando es un trastorno de la ansiedad que hace que la persona tenga miedo a comprometerse con otra persona a nivel sentimental y personal.
¿Miedo al amor? No del todo. Más bien, miedo a las expectativas que tenemos de ese amor.
Cuando iniciamos una relación con una persona, (independientemente de la etapa de esa relación), entramos en un proceso en el que nuestras expectativas empiezan a desarrollarse y a crecer en nuestra mente.
Eso podemos verlo desde la primera cita que tenemos con alguien. Desde ese momento, empezamos a pensar cosas como:
¿Le gustaré o no?
¿Querrá volver a tener una segunda cita conmigo?
¿Le habré caído simpático/a?
Etc. etc…
Todos estos pensamientos están basados en algo que queremos cumplir, en una meta que ya de antemano tenemos fijada, en unas expectativas que están presentes incluso antes de que realmente conozcamos a esa persona.
¿De qué dependen dichas expectativas? Pues de nuestros pensamientos.
Siempre afrontamos una nueva situación en nuestra vida basándonos en lo que queremos alcanzar en ella, es decir en la meta que tenemos en mente.
Si tienes una cita con alguien, desde ese primer momento ya vas con una intención, con un deseo, con una meta a alcanzar, con ciertas expectativas a cumplir.
¿Qué hay de malo en eso? Pues que en ese preciso momento tu relación con esa persona se convierte en un sufrimiento total, es decir empieza una tarea mental en la que juzgamos a esa persona y la relación que tenemos con ella en función de si cumple con dichas expectativas o no.
La filofobia o el miedo al compromiso, es un trastorno que hace que tengas miedo a una realidad, pero no por lo que sucede en dicha realidad sino por lo que pasa en tu mente al poner en marcha todo ese proceso de juicios y expectativas.
Es como si juzgases el presente en base a lo que se supone que sucederá en tu futuro. Y claro, ese futuro puede:
Que te guste mucho y tengas miedo de que no se cumpla
Que no te guste tanto y tengas miedo de que recibas daño en él
Que no sepas si te gusta lo suficiente y tengas miedo de equivocarte y estar con la persona equivocada
Y lo más “bonito” de todo, es que esto ocurre sin que ese supuesto futuro que tú mismo te imaginas, haya llegado todavía.
Anticipando lo que va a ocurrir
Normalmente la filofobia es un problema que usa tus expectativas y los pensamientos que tienes sobre esa persona y la relación que puedes tener con ella, para juzgar si el presente que vas a vivir con ella es beneficioso para ti o no.
Y claro, aquí tenemos un problema grave. En el momento en el que nos desviamos de la realidad que estamos viviendo y nos metemos en el mundo de nuestros pensamientos, perdemos control sobre dicha realidad.
En otras palabras, distorsionamos la realidad y la maquillamos de una forma determinada en base a nuestros pensamientos, que a su vez vienen de nuestro pasado, que a su vez está formado por nuestras experiencias vividas en él, y que si dichas experiencias no han sido muy buenas, nos convertirá nuestro presente en un duplicado de dicho pasado.
El gran problema cuando sufres filofobia o miedo al compromiso, es precisamente el concepto y las expectativas que tienes acerca de la futura relación que vas a tener con esa persona.
El problema no es el presente que estás viviendo con ella, sino el futuro que crees que vas a tener si sigues adelante. Ya sea porque tienes miedo a que no coincida con lo que tú piensas o porque sea tan bonito que en algún momento se rompa y sufras por culpa de él.
Y mientras pensamos, pensamos y pensamos, nuestra realidad se va difuminando entre la niebla sin que hagamos nada por vivirla, apreciarla, estudiarla ni disfrutarla.
Y gastamos nuestras energías en pensar, pensar y pensar, hasta que dichos pensamientos son los que nos provocan miedo y no nuestra realidad. Al final acabamos cayendo en el efecto del miedo por cosas que hemos pensado y afrontamos dicha realidad con temor, aunque realmente no haya nada a lo que temerle.
He trabajado con muchas personas con filofobia y este tipo de transtornos, y la gran mayoría convierte una relación normal, en un auténtico caos. Porque cuando empiezas a pensar y dejas que tus expectativas controlen tu presente, estás dejando que tu pasado influya y te haga sentir igual que te sentiste en su momento.
Y si sufriste en ese pasado, sufrirás en tu presente, pero no porque la realidad que estás viviendo te haga sufrir, sino porque tus pensamientos se han encargado de ese trabajo.
Al final, no importa lo que realmente estés sintiendo por esa persona o lo maravillosa que sea, porque al verlo todo bajo el filtro del miedo estarás distorsionando ese momento y la percepción que tienes de lo que está a tu alrededor.
Luego sólo queda alejarte de esa persona alegándote a ti mismo que era necesario por tu bien, (reacción típica de las personas con filofobia el justificar su estado temeroso), sin tan siquiera haber tenido tiempo de comprobar que realmente esa persona merecía o no la pena.
Estar presente es la solución
Para ir controlando la filofobia o el miedo al compromiso, es necesario ir poco a poco plantando los pies en nuestro presente y evitando que nuestros pensamientos y expectativas influyan hasta ese nivel en nuestra realidad.
Necesitas ponerte unos círculos muy estrechos y no salirte de ellos si la realidad no te dice que te salgas, es decir si hay algo que me estoy imaginando, lo someto a juicio para ver si coincide 100% con mi momento presente, y si no…pues lo descarto, porque simplemente es un pensamiento inútil que intenta llevarme a otro mundo distinto al que estoy viviendo ahora.
El miedo no se aguanta, no se combate ni se ignora, sino que se controla y se somete a la realidad para ver si es real o no. Si lo es, pues perfecto porque para eso está diseñado, para hacernos entrar en estado de alerta y aumentar nuestra supervivencia. Si no lo está, pues que siga ahí para que él sólo se desmonte viviendo una realidad en la que no puede influir.
El ritmo de vida de la sociedad actual está convirtiendo la profesión del psicólogo en una de las más demandadas. Los principales problemas que se tratan en consulta están relacionados con la depresión y la ansiedad. En este sentido, una de las mejores alternativas si estás buscando Psicólogos en Málaga es asistir a Consulta 21.
Existen diversos factores que convierten a este gabinete psicológico en uno de los referentes en Málaga. Entre sus valores a destacan el tratamiento especializado para la ansiedad y la terapia de pareja.
Tratamiento especializado de ansiedad en Málaga
En Consulta 21 están especializados en el tratamiento de cualquier trastorno relacionado con la ansiedad
La ansiedad es uno de los problemas psicológicos con mayor incidencia en nuestra sociedad. Se trata de un problema con el que muchas personas tienen que vivir su día a día y suele generar incapacidad y sufrimiento en quienes lo padecen. Los problemas de ansiedad suelen producir dificultades en las personas para hacer frente a sus tareas diarias, disfrutar de los momentos de ocio o incluso concentrarse en el trabajo o en los estudios.
Los motivos anteriores hacen necesario tomar las medidas oportunas para que la ansiedad minimice su impacto en nuestra calidad de vida. Sin lugar a dudas encontrar un gabinete especializado en la solución de este problema es el principal paso a tomar.
Terapia de Pareja
Es muy frecuente que algunas parejas se planteen si acabar o seguir con la relación tras haber pasado una mala época de la que parecen no recuperarse.
En muchas ocasiones la crisis no surge tras un problema específico sino como consecuencia del desgaste que produce la convivencia.
La terapia de pareja suele intervenir de manera muy positiva en una relación ayudando a ambas partes a identificarse con ellos mismos. En muchas ocasiones es importante que los miembros de la pareja comprendan qué es lo que esperan del otro y también qué pueden ofrecerle.
Como hemos comentado anteriormente, la rutina suele ser en la mayoría de las ocasiones la causa principal de desgaste que motiva el desinterés por la relación y hace que sus integrantes se planteen la ruptura.
Es posible que llegado un momento, ambos miembros de la pareja sientan que no disponen de los recursos y herramientas para superar las dificultades. Ese es el momento oportuno para contactar con un gabinete profesional como Consulta 21 para buscar soluciones y salvar la relación.
Desde que se sentó, supe que traía malas noticias. No me equivoqué. Estaba a punto de dejar el proyecto que le había costado años de trabajo. ¿El motivo? Estaba pasando por una “mala racha.”
Yo escuchaba y pensaba que era algo pasajero, que ella tenía mucho potencial, que con un par de ajustes su negocio iba a crecer. Pero era difícil convencerla. Marta no podía ver lo que yo. Se sentía fracasada, estaba presa de la frustración.
Es normal que en diferentes momentos de la vida la frustración nos visite. Se presenta cuando aquello que soñamos, o por lo que hemos trabajado, no se da. Es parte de lo que nos toca vivir. ¿Qué podemos sentir frente a ella? En mayor o menor medida:
Un fuerte desencanto por la vida.
Desilusión, que nos atrapa en la parálisis emocional.
Las ganas de “salir corriendo y dejar todo botado”.
La frustración puede convertirse en nuestro peor enemigo. Podría introducirnos en un círculo vicioso de miedos y fracasos. Si alimento el desencanto y actúo en consecuencia, provoco más fracasos que a su vez, alimentan la frustración.
La frustración puede ser nuestra amiga
Si hacemos una encuesta, probablemente a nadie le guste sentir frustración. Sin embargo, hay otra cara para esta moneda.
Lo que muchos no tienen en cuenta, es que bien administrada la frustración puede traer múltiples beneficios:
1. Puede ayudarnos a desarrollar sensatez y prudencia, en el tanto nos permite analizar por qué las cosas no se dieron. Esto sin culpa y sin miedo. Se trata de comprender las razones.
2. Podemos enfocar el fracaso como un nuevo reto, lo cual nos permite replantearnos la estrategia y renovar nuestra visión. (La otra opción es tirar la toalla y esto no aplica para personas que desean alcanzar los sueños.)
3. Nos agudiza los sentidos. Nos damos cuenta de que podemos fallar y nos saca de nuestra zona de confort. Cuando estamos alerta podemos desarrollar nuestro máximo potencial.
4. Contribuye a formar el carácter, a crear una voluntad firme. Cada caída nos pone frente a la posibilidad de seguir nuestro trabajo con disciplina y compromiso.
5. Es fuente de aprendizaje en tanto podamos identificar las áreas de mejora y tomar las medidas necesarias para adquirir los conocimientos necesarios. También aprendemos más sobre la vida y sobre nosotros mismos.
6. Nos permite madurar, asumir la vida con realismo. No siempre todo va a salir bien. Esto implica desarrollar la capacidad de estar siempre relanzando nuestros retos y darle a las cosas su justa dimensión.
7. Paradójicamente, puede ser una fuente de motivación cuando dejamos el orgullo a un lado, nos permitimos reconocer las carencias, para fortalecer la visión que tenemos de nuestros proyectos.
8. Te permite conocerte mejor. Te impulsa a la introspección, a tratarte con misericordia y comprensión. Sobre todo a ser muy honesto con voos mismo acerca de nuestras fortalezas y debilidades.
9. Lo anterior implica desarrollar confianza en sí mismo, al margen de la crítica y las consecuencias que esta muchas veces implica. Podés aprender a evitar la autoculpabilización y los miedos sin sentido.
10. La frustración puede impulsar a actuar. Es el camino para transformar nuestros sueños en acciones que propicien el poder vivir la vida que soñamos, a partir del trabajo que realizamos.
Entonces, ¿qué eliges?
La vida tiene que ser abrazada en todos sus capítulos, en todos sus colores. A veces serán claros, otras veces oscuros. A veces con miedo, a veces con alegría. Estamos claros en que no existe una vida perfecta.
Pero a menos que tengamos una condición como la depresión, que ya es otro tema y amerita un tratamiento profesional, podemos elegir enfrentar las frustraciones con esperanza y valentía.
Renunciar a nuestros sueños porque algunas cosas salieron mal, es vivir preso de nuestros fallos. Renunciar a nuestra capacidad de moldear nuestra historia es dejar de ser protagonistas de todo lo que podemos construir.
¿Estás dispuesto(a) a abrazar la frustración como la fuente de tu motivación?
¿Te vas a permitir ver la frustración como momento de análisis y de crecimiento emocional?
¿Estás listo para que la frustración se presente en el día a día de tu vida, como un inquilino del que no te puedes deshacer?
Espero que puedas permitirte soñar y creer que lo mejor está por venir, al mismo tiempo que trabajes duro para llegar a tus metas.
La fragilidad emocional
Uno de los efectos más severos que he encontrado como consecuencia del mal manejo de la frustración es desarrollar una excesiva “fragilidad emocional.”
Cuando nos hemos topado una y otra vez con el muro de la frustración, es normal que vivamos en clave de “No”. Esto atrofia nuestros procesos de desarrollo puesto que nos estanca en las dudas y el miedo.
Quisiera proponerte hacer una revisión, a partir de estas preguntas:
¿Por qué tienes que verlo todo en negativo?
¿Por qué ante la exigencia usas la victimización?
¿Por qué negarte a crecer, simplemente porque no quieres escuchar que puede haber alternativas para aquello que no te ha salido bien?
¿Qué te aporta desistir sin antes hacer una revisión profunda?
¿Por qué ante un argumento razonable, tienes una reacción emocional compleja?
¿Consideras que estás dispuesto a crecer?
Para una persona que está muy frágil emocionalmente, puede ser complicado responder a estas preguntas. También lo es reponerse ante la pérdida de las ilusiones.
Todos tenemos derecho a nuestras emociones: a expresarlas y a vivirlas. Pero necesitamos identificar cuando a partir de ellas estamos creando complicaciones que nos alejan progresivamente de nuestras metas, sueños e ilusiones.
En este punto, al que cualquiera podría llegar, es necesario actuar. En muchos casos es necesaria la dirección de alguien capacitado. La guía de un profesional puede ayudarte a ver el panorama completo y encontrar una salida.
Es realmente importante que, frente a los hechos, tengamos la capacidad de ver las cosas tal y como éstas son. Es la única forma de poder crecer y ver la vida desde una óptica sana.
¿Fragilidad o berrinche?
Creo que de una u otra forma nosotros sabemos cuándo hacemos un berrinche para evitar asumir nuestras responsabilidades o simplemente para no asumir que no nos da la gana cambiar.
La fragilidad malentendida puede convertirse en un mecanismo de defensa. Desde ahí te niegas a crecer y a buscar ayuda. Esto por supuesto siempre nos va a doler, porque aquello que no nos gusta, se va a repetir una y otra vez.
Expresar emociones no es una debilidad, es normal y necesario. Pero convertir esto en un berrinche nos hace personas frágiles y complicadas. Esto desde ninguna perspectiva nos va a ayudar a nuestros procesos de crecimiento integral.
Esta actitud surge a raíz de la frustración. Pero el concepto que te estoy proponiendo en este artículo es ver la frustración como fuente de la motivación. Requiere hacer un esfuerzo y con o sin ayuda hacer un cambio de visión.
Si te das la oportunidad de ver la vida en positivo, no de forma idealista, sino con argumentos, aprendiendo de cada experiencia, un error no es un fracaso, es una experiencia de aprendizaje.
La frustración debe ponernos frente a la realidad. Pero tenés que tener cuidado, si te engañás a vos mismo construyendo una verdad que se acomoda a tus emociones desordenadas.
La honestidad: un punto de partida
¿Por dónde empiezo? ¿Cómo convierto la frustración en una experiencia sana, positiva, constructiva? El primer paso es un recuento honesto de la situación y asumir la responsabilidad. Te invito a iniciar haciéndote estas preguntas:
¿Qué ganas con construir una verdad que no se ajusta a los hechos?
¿Qué te trajo hasta aquí?
¿Cuáles son tus justificaciones?
¿Por qué te permites escucharte solo a ti mismo?
¿Hasta dónde van a llegar tus autoengaños?
Construir una verdad a medias sobre hechos que son objetivos y convencerse todos los días de ella, termina siendo angustiante y doloroso. En el silencio de tu reflexión sabes cuál es la verdad.
A fin de cuentas, tú eres el protagonista de tu historia. Hay quienes culpan a otros de los que les pasa en la vida. Pero si lo piensas bien, tú siempre eres quien elige en el último momento. Asumir la verdad nos ayuda a:
Entender qué pasa. Es más sencillo encontrar nuevas estrategias para enfrentar la vida si partimos de la realidad por cruda que sea.
Reconocer nuestras cuotas de responsabilidad, sin darle vuelta una y otra vez a las emociones. El reto es determinar el por qué algo no se dio de forma sencilla y buscar cambios basados en hechos y no en emociones.
Tomar buenas decisiones en el tanto tenemos más claro el por qué y el para qué de cada acción que vamos a emprender.
La sabiduría emocional no es un idilio. Todos podemos aprender de cada acción, de cada situación, si nos acercamos a la fuente de la humildad que nos hace ver nuestros errores sin culpabilizaciones sin sentido.
En suma, la libertad interna crece cuando vemos las cosas como son. Asumir la realidad te permite establecer estrategias concretas de acción.
Ante hechos que nos causan dolor y frustración, como una primera elección, está bien que podamos construir una verdad, pero esta sólo nos llevará a la puerta de la confusión, la tristeza, la duda y la contradicción.
Los cambios nacen cuando somos claros con nosotros mismos, y podemos dejar de lado justificaciones baratas, que lo único que hacen es dañar nuestro corazón.
¿Llevas tiempo en esto? ¿No crees que llegó el momento de decir no más?
“Aprender a dudar es aprender a pensar” (Octavio Paz)
El término Metacognición hace referencia a una capacidad innata en los humanos. Podríamos resumirlo de forma sencilla en aquella capacidad que las personas tenemos de pensar sobre nuestros propios pensamientos, es decir, las creencias y las reacciones ante nuestros pensamientos.
“Las personas con problemas emocionales se encuentran atrapados en cadenas de pensamiento que ayudan a mantener pensamientos y emociones que causan malestar”
Adrian Wells, psicólogo clínico autor de la terapia basada en la metacognición, nos comenta que las personas que sufren problemas emocionales quedan atrapadas en ellos debido a que sus metacogniciones, o creencias sobre sus pensamientos, provocan un patrón concreto con el que la persona responde a sus pensamientos y sentimientos manteniendo emociones e ideas negativas (Gkika y Wells, 2015).
El esquema del comportamiento humano comienza con las emociones y sentimientos que nos provocan las situaciones vividas; estas emociones y sentimientos activan una serie de pensamientos y, en función de qué tipo de pensamientos se hayan activado, actuaremos o reaccionaremos de una determinada forma u otra.
En base a esto podemos deducir que nuestro pensamiento se encuentra enormemente influenciado por nuestras emociones; a pesar de no poder elegir las emociones que nos produce un determinado evento o situación, sí podemos aprender a gestionarlas, analizar los pensamientos que nos suscitan, y lo que sucede posteriormente, nuestra conducta final.
“Lo realmente importante no es qué pensamos, sino qué hacemos con lo que pensamos, nuestra reacción”
Para desarrollar una buena capacidad metacognitiva, las personas debemos tomar distancia de nuestros pensamientos, sentimientos y acciones, ser flexibles en las estrategias que utilizamos para hacer frente a nuestros pensamientos y mejorar la toma de decisiones, permitiendo elaborar algo diferente y así salir fortalecido de las situaciones complejas que se pueden dar en nuestra vida.
La teoría de la mente
Cuando hablamos de metacognición no podemos obviar su relación con la teoría de la mente, esa capacidad que los humanos generamos a partir de los 2-3 años de edad y que nos permite comprender y predecir los comportamientos de otras personas, así como sus conocimientos, sus intenciones, sus creencias, o sus emociones. Esto nos permite hipotetizar sobre cómo se van a comportar los otros, pensar sobre lo que otros piensan.
Esta habilidad nos permite anticipar posibles reacciones o comportamientos de las personas con las que nos relacionamos, incluso nos permite poder predecir el comportamiento de un extraño ante una situación determinada y en función de ello decidir cual será nuestra respuesta.
¿Por qué es importante la metacognición en el deporte?
Existen aspectos relevantes en la práctica deportiva muy relacionados con la metacognición.
Como ya hemos comentado anteriormente, la metacognición nos puede ayudar a gestionar de una forma más inteligente nuestras emociones, o nos puede ayudar a predecir cómo se van a comportar otras personas.
Vayamos por partes:
Aprender a pensar sobre nuestros propios pensamientos nos permite, entre otras cosas, ser más inteligentes a nivel emocional. Conocer qué pensamientos se producen ante una emoción o sentimiento determinados nos permiten hacer un mejor análisis de la situación.
Por ejemplo, un deportista capaz de poder analizar sus pensamientos y los síntomas corporales que le produce un estado emocional de estrés o ansiedad será mucho más capaz de trabajar sobre ellos para modificarlos o reducir esos síntomas a través de modificar el pensamiento negativo por uno más adecuado.
Esto permitirá reducir el estrés o ansiedad que genera la situación y poder enfrentar de una manera más adecuada la competición deportiva o la situación de partido.
Por otro lado, pensar sobre los pensamientos de los otros, sobre sus esquemas mentales, nos permite poder predecir su conducta, como ya hemos comentado, gracias a la teoría de la mente.
A nivel deportivo desarrollar esta habilidad puede ser fundamental según qué disciplinas deportivas, conocer al rival, “saber como piensa o actúa ante una determinada situación”, permite al deportista predecir cual será su siguiente movimiento, y en función del mismo adaptar su comportamiento y tener una respuesta más eficaz.
Por ejemplo, tenemos en la pista a un jugador de baloncesto con un alto porcentaje de acierto en tiro exterior, el jugador que le defiende lo conoce, ha estudiado sus movimientos y comportamientos, su conducta en general. Esto, unido a su capacidad para pensar sobre lo que el jugador piensa, conocer sus creencias, sus intenciones o sus emociones, ayudará al defensor a predecir las decisiones del tirador.
Esto aumentará rendimiento en defensa ya que podrá tomar mejores decisiones sobre sus movimientos y evitar que tire, o hacer que no esté cómodo y no tome buenas decisiones en ataque.
En definitiva: ¿Qué beneficios se obtienen?
La manera en que experimentamos nuestros pensamientos y sentimientos nos lleva a actuar de una forma u otra, aprendiendo a pensar sobre ello de forma adecuada seremos capaces de actuar como auto-observadores externos, y así podremos dirigir nuestra atención hacia información más positiva de los eventos que suceden en nuestra vida; conseguiremos un mayor bagaje de estrategias que nos ayudarán a valorar y responder a las situaciones del día a día con más eficacia.
“Ser capaz de valorar diferentes opciones, y ser flexible a la hora de reaccionar, permite tener más oportunidades de salir con éxito de la situación”
Como ya hemos comentado a nivel deportivo entrenar esta capacidad tiene numerosos beneficios, no sólo ayuda a mejorar aspectos personales/individuales y gestionar de una forma más inteligente las emociones y cómo éstas afectan al rendimiento del deportista.
También puede ayudarnos a mejorar aspectos como la concentración/atención en una tarea, o aumentar la motivación hacia un evento deportivo.
A nivel relacional, además, nos ayuda a aumentar la empatía y anticipar comportamientos de rivales y compañeros.
La escalera de la metacognición
Existen una serie de preguntas o pasos que pueden facilitarnos trabajar nuestra metacognición y practicar diferentes estrategias que realizamos o aprendemos. En primer lugar, debemos identificar los pensamientos, sentimientos y actuaciones propios, para después preguntarnos:
– ¿Qué he hecho?
– ¿Cómo lo he hecho?
– ¿Qué dificultades he tenido?
– ¿Para qué me ha servido?
– ¿En qué otras ocasiones puedo utilizar lo que he aprendido/ hecho?(Papageorgiou, 2015; Gkika y Wells, 2015)“Conseguiremos mejorar nuestra metacognición generando estrategias alternativas y atendiendo a información más positiva”
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Para saber más:
– Papageorgiou, C. (2015). Metacognitive Theory, Therapy and Techniques: Introduction to the Special Issue. Springer Science Business Media. 39, 1-3. DOI: 10.1007/s10608- 014-9649-1.
– Terapia Metacognitiva (23 de octubre 2015, extracto de Reyes, M. A. 2012). Recuperado de: http://ift.tt/2BZpSHN
– Gkika, S. y Wells, A. (2015). How to deal with negative thoughts? A preliminary comparison of detached Mindfulness and thought evaluation in socially anxious individuals. Cognitive Therapy and Research. DOI: 10.1007/s10608-014-9637-5.
– Tirapu-Ustarroz, J., Pérez-Sayés, G., Erekatxto-Bilbao, M., y Pelegrín-Valero, C. (2007). ¿Qué es la teoría de la mente? Revista Neurología. 44; 479-89. DOI:
Para iniciar cualquier viaje, los viajeros deben saber de donde a donde van y cómo llegar hasta el destino. Lo mismo ocurre en la terapia. Tal vez nuestro cliente siente que se ha complicado todo demasiado y no quiere demorarlo más, tal vez ha estado antes en terapia pero parece que la lucha se reanuda.
Quizá sean sus familiares o amigos los que perciban esa lucha y los que le alienten a buscar ayuda, sea lo que arranque el inicio de pedir ayuda, nunca es fácil, pedir ayuda no es algo en lo que seamos especialmente hábiles. El terapeuta debe involucrar al paciente en este proceso presentando la terapia, con expectativas realistas y atendiendo a sus preocupaciones.
Durante la primera sesión se puede preguntar cómo llegó hasta la consulta, qué le ha traído hasta la consulta y cómo lo seleccionó como terapeuta, esto da la oportunidad de poder evaluar la perspectiva del cliente sobre su problema y su motivación para el cambio.
Es importante hacerle saber qué se puede esperar de este tipo de terapia y qué se puede esperar sobre el cambio; en este sentido es mejor hacer previsiones probabilísticas y no asegurar nada. “No sé hasta donde te podré ayudar, a lo que sí me puedo comprometer es a mi empeño en ayudarte”.
Le avisaremos de que en la sesión recogeremos información útil para saber de qué está hecho el problema, siendo información relevante para el terapeuta y para el paciente. Se asegurará la privacidad y la confidencialidad. Se le dará la oportunidad de hacer preguntas sobre sus inquietudes y mostrar sus expectativas.
Esta puede ser ya una ocasión para recoger conducta clínica en la propia sesión. Finalmente se le puede reconocer que a la mayoría de las personas nos resulta difícil hablar de nuestros problemas con alguien desconocido y que queremos que se sienta libre para elegir qué quiere compartir con nosotros.
Durante la entrevista de evaluación también es importante saber, además de su patrón alimentario, su historial psiquiátrico, médico, educativo, ocupacional, social, síntomas físicos, autocuidado, menstruación, debilidad, escalofríos, síntomas gastrointestinales y cardiacos, dolores de garganta y cabeza, insomnio, etc.
Esto le puede ayudar a evaluar su deterioro si lo hubiera. Desde la perspectiva de ACT es importante también evaluar sus áreas de valor desde el inicio dado que, no solo nos servirá de ayuda para el trabajo posterior en clarificación de valores y direcciones a seguir, sino que ayudará al paciente a verse más allá de sus síntomas.
Le preguntaremos sobre las personas que ama, esos lugares donde se siente especialmente viva, cuales serían esas actividades que le gustaría hacer, que nos cuente lo último que hizo con alguien importante para ella y que lo disfrutó, etc.
Puede detectarse en la fase de evaluación conductas de inflexibilidad. Le puede resultar difícil para el paciente poner nombre a lo que hace. Por ejemplo, en vez de decir “cuando vomito” puede decir: “cuando hago eso”, también puede estar reacio a compartir ciertas cosas, como abusos o maltrato, o puede negar su angustia, o racionalizar y justificar lo que hace o su deterioro.
El clínico podría decir: “imagino lo difícil que tiene que ser estar sentado aquí conmigo y compartir cosas de su vida que nadie sabe, quiero que sepas que lo único por lo que aquí estoy es para recibir lo que quieras compartir conmigo y dar testimonio a tu dolor, tu dolor también me toca a mi pero tu trabajo no es protegerme de eso, seguramente tendré pensamientos sobre lo que me vayas diciendo y es probable que lo percibas pero ninguno de ellos va a formar parte de lo que aquí tenga que pasar, este es tu momento y estoy aquí para asegurarte ese espacio”
Estos pacientes suelen presentar un sentido limitado del yo. Pueden atribuir su problema a déficits de autoestima y a su inseguridad, o pueden sentirse como las víctimas de un contexto negativo que no le permite mejorar. En este caso puede ser útil preguntarle acerca de cómo le ven otras personas: “esto ha debido afectar a cada uno de tus padres de forma diferente, ¿Qué crees que está siendo para tu madre este problema durante todo este tiempo?
La paciente también puede mantener ideas rígidas sobre el mundo, el entorno, la terapia e incluso el terapeuta, en este caso el terapeuta podría decir: “no estoy aquí para asegurarte nada, ni siquiera yo sé si esto puede ser bueno para ti, no importa lo que crea yo o lo que creas tú, no quiero convencerte de nada, si hacemos algo juntos quizá haya momentos en los que creeremos que va bien y otras que va mal, aquí no estamos para creer, si no para aprender incluso cuando podamos creer que es en vano”.
Es habitual observar que sus áreas de valor están empobrecidas impidiendo contactar con otra cosa que no sea su sufrimiento. Sería útil en este caso orientar al cliente en trabajar por una vida valiosa en vez de focalizar solo la atención en reducir los síntomas. Podríamos decirle algo así: “no creo que yo esté aquí para hacerte sentir satisfecha con tu cuerpo o decirte lo que tienes que comer, no creo que sólo seas una persona con la alimentación alterada. Creo sinceramente que te mereces algo más que eso y no estoy dispuesta a trabajar por menos de lo que mereces, me gustaría ayudarte a construir una vida plena, rica, esa que querrías tener si la pudieras elegir, no sé si eso tiene que ver con abandonar o no la lucha por la imagen corporal, tal vez sí, tal vez no, pero sí se que no es solamente eso y tienes todo lo necesario para emprender la dirección de una vida con significado para ti”.
En la primera sesión si fuera posible se recogerían ejemplos del patrón, se le ayudaría a discriminar que es lo que controla y lo que no, cuál es el resultado de la lucha, cómo está atada al corto plazo y qué ha perdido por el camino. En este momento de la desesperanza se abrirá la luz con la reformulación del problema y el camino a seguir: “Entiendo cómo es sentir tu vida hasta sentir esa asfixia, a mi me gusta ayudar a las personas a estirar su vida para que puedan saborear la libertad y tener espacio para respirar, me sentiría honrada de hacer este trabajo contigo, ¿esto es algo que podría interesarte?.”
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Bibliografía:
Sandoz, Emily K.; Wilson, Kelly G.; DuFrene, Troy. Acceptance and Commitment Therapy for Eating Disorders: A Process-Focused Guide to Treating Anorexia and Bulimia.
Terapia de Aceptación y Compromiso, una Terapia Orientada a Valores. Carmen Luciano y Kelly Wilson. Pirámide
¿Cuánto crees que sabes sobre el abuso sexual infantil? Compartimos contigo los principales mitos del abuso sexual infantil, creencias de las que hay deshacerse y preguntas que es necesario plantearse..
Los tres grandes temas de la psicología social son el tema de los grupos, la influencia social y el de las actitudes.
El término actitud fue introducido en la psicología social por Thomas y Znaniecky como actitud social para explicar las diferencias de comportamiento existentes en la vida cotidiana entre los campesinos polacos que residían en Polonia y los que residían en EEUU.
La actitud es social porque se aprende y se adquiere en el proceso de sociabilización, se suele compartir con otros y se refiere a objetos sociales.
Estereotipos y Prejuicios
Respecto a los estereotipos y prejuicios, forman parte de las actitudes. Los estereotipos sociales, forman el componente cognitivo del prejuicio. Los más estudiados son los estereotipos sexuales y de género y los estereotipos raciales y nacionales.
Su función principal es la de economizar nuestros pensamientos y “ahorrarnos” energía al evitar que estemos constantemente evaluándolo todo. En sí, los estereotipos no son negativos, el problema sucede cuando vienen asociados a prejuicios y con ellos la discriminación.
Los prejuicios son actitudes negativas u hostiles hacia ciertos grupos humanos por lo que se trata de un término relacionado con el racismo y la discriminación. Están formados por 3 componentes, cognitivo, afectivo y emocional.
Ambos constructos son muy complicados de modificar y eliminar debido a sus raíces. Las raíces sociales se alimentan debido a las diferencias entre grupos y la necesidad de autodefinición.
Las raíces emocionales, son de 2 tipos, la de personalidad autoritaria y la frustración. Las raíces cognitivas, por el énfasis de los sesgos que las personas utilizan para enfrentarse al mundo.
Actitud
La actitud podríamos definirla como una predisposición aprendida a responder de manera favorable o desfavorable ante un objeto social dado. Tiene diferentes funciones, ya que nos permite conocer el mundo que nos rodea, es autodefensiva (), es adaptativa () y expresiva, ya que nos permite expresar nuestros valores fundamentales.
Por su parte, la actitud tiene diferentes concepciones, una de ellas es la multidimensional, y está compuesta por el componente cognitivo, el afectivo y el comportamental.
La otra concepción sería la unidimensional, y enfatiza en el componente afectivo o evaluativo como el más importante o único.
Respecto a cómo sucede el cambio de actitudes, estereotipos y prejuicios, y centrándonos primero en el cambio de actitudes, hemos de tener en cuenta que la actitud es una estructura relativamente estable, por lo que habrá problemas para producirse el cambio.
Pese a ello, hay varios factores que facilitan el cambio como son los procesos de normalización, de conformismo y de innovación, otros procedimientos que se llevan a cabo a través de los medios de comunicación, mediante la experiencia directa, asistiendo a terapia…
Estrategias para cambiar las actitudes y la conducta
Siguiendo el planteamiento de Stroebe y Jonas se describen 3 estrategias para cambiar las actitudes y cambiar la conducta.
1. Mediante el uso de la experiencia directa con el objeto de la actitud
Según la tesis defendida por Zajonc, la mera exposición repetida a un estimulo es condición suficiente para mejorar la actitud hacia él. Sin embargo, esto es más determinante cuando el estimulo ofree información sobre las peculiaridades que le son propias y esta información discrepa con las expectativas previamente mantenidas acerca del objeto. Además, dentro de la exposición directa, se puede explicar el cambio de actitudes por el condicionamiento clásico.
2. Mediante el uso de la experiencia social mediada
3. Modelado
Es el aprendizaje resultante de observar a otros se puede utilizar como estrategia de cambio de actitud.
4. Estrategia de comunicación persuasiva
También puede utilizar como estrategia de cambio, donde se argumenta una posición en concreta.
Es conocido el modelo procesual de McGuire, quien sostiene que el impacto persuasivo de un mensaje es el producto de al menos 5 pasos: atención, comprensión, condescendencia, retención y conducta.
Afirma que la probabilidad de que una comunicación de lugar a un cambio de actitud es el resultado de una adecuada recepción y aceptación.
En el caso de la recepción, lo determinante es que el sujeto esté motivado para prestar atención o que la información sea útil.
En el caso de la aceptación, lo determinante es la evaluación que se hace de la validez de la comunicación. Esta evaluación puede hacerla el receptor de 2 formas, o siguiendo una ruta central de procesamiento (que es un proceso largo), donde se examina el mensaje, se relaciona con otros datos…, o siguiendo un proceso eurístico que se basa en aspectos periféricos como la credibilidad de la fuente.
5. Mediante la utilización de incentivos y sanciones
Para acabar, respecto al cambio de estereotipos y prejuicios, hay diversas técnicas empleadas.
Hipótesis del contacto: Viene a decir que el contacto con los otros reduce el prejuicio hacia ellos.
Teoría de la identidad social: Dice que el contacto debe ser de naturaleza íntima y durante éste, debe darse oportunidad de aprender nueva información inconsistente con el estereotipo.
Teoría de la categorización social cruzada: Según la cual los sujetos que pertenecen a varios grupos sociales amplían su identidad social y ello reduce la conducta prejuiciosa.
Teoría de multiculturalismo aditivo: Según la cual, hay que aceptar las diferencias entre los distintos grupos y proporcionar seguridad mediante el reconocimiento y la creación de objetivos supragrupales.
El desorden es un estado natural de orden, aunque éste podría llegar a marcar un verdadero estado de confusión y tensión en nuestras propias vidas. Os compartimos 10 tips para ser.
El encuadre es un elemento fundamental en la psicoterapia, es el momento en el que establecemos unos límites y normas necesarios para el paciente y el buen funcionamiento de la.
Aprovechando que empieza este año 2018, del que no espero nada y todo a la vez, me planteo como objetivo cada día agradecer seguir viva. Pues de esto va este post, de un agradecimiento a la vida y a aquellos que me hacen sentir viva en mi trabajo.
Sabéis, quienes habéis trabajado conmigo, que soy defensora de los tratamientos breves pero intensos; dejando cada uno de ellos una huella imborrable. Que privilegiada me siento al poder dedicar mi faceta profesional a algo que me gusta, que es útil para otros, que me llena, me hace feliz y que sé, hago bien (aunque a veces dude de mí misma). Tengo que reconocer que no tuve claro estudiar Psicología (con 17 años es difícil tener claro algo), por aquel momento rondaba mi cabeza Filosofía y aunque no fui una estudiante modelo de nada (me cambié de facultad el tercer año y tardé 7 años en acabarla) logré encontrar mi vocación profesional.
El trabajo del psicólogo no es fácil: conectar con alguien que no te conoce de nada y poder establecer un vínculo terapéutico de confianza, ponerse en los zapatos del otro para entender por lo que está pasando, dejando de lado opiniones personales y ser objetivo; motivar para la adherencia al tratamiento psicológico, intentar que tus emociones suscitadas por el caso queden en su lugar y no interfieran en el tratamiento… y es que realmente no somos rocas en la montaña (sentimos y padecemos como tú).
Ya son más de 10 años los que ejerzo como psicóloga, ya sois muchas las personas que en un momento de vuestras vidas decidisteis contar conmigo, profesionalmente, para acompañaros en vuestro proceso.
Es difícil que pueda olvidar a quienes han confiado plenamente en mí, a quienes me han escuchado incluso cuando decía cosas que no querían oír. Es muy difícil olvidar a quienes se han roto delante de mí sin apenas conocerme…
No todos los tratamientos tienen un comienzo o un final. Hay personas que vienen a una sesión puntual de valoración y asesoramiento pero que no comienzan nada. Otros empiezan el tratamiento y por diversos motivos queda interrumpido…No siempre es necesario un tratamiento psicológico largo en el tiempo, hay veces que los contactos profesionales pueden adoptar la forma de asesoramiento o acompañamiento…pero todo lo que empieza tiene que acabar. Es gratificante para el paciente irse con un alta terapéutica, con un cierre del tratamiento, acompañamiento o asesoramiento.
También he de decir que son muchos los que acaban el tratamiento psicológico (algo que he vuelto a comprobar estas primeras semanas del año al dar altas a varios paciente con los que he trabajado en los dos últimos años…) y aunque para los pacientes resulta gratificante el cierre la terapia, también les invade el miedo, la duda de si serán capaces sin esas sesiones cada ciertos meses con su psicólogo…
¡SOIS CAPACES DE ESO Y MUCHO MÁS!
Para el psicólogo, cerrar deja también una sensación agridulce. Dulce por haber acabado un trabajo que ha sido útil para alguien, por haber aprendido tanto a lo largo de las sesiones, por despertar inquietudes que me han hecho mejorar. Y agrio por tener que decir adiós…y decir adiós cuando todo va bien es triste también.
Para aquellos que me habéis hecho sentir viva profesionalmente, estaréis presentes en cada nueva sesión. Me dejáis un vacío dulce, que llenaré con las centenares de anécdotas que me aportan un bagaje de un valor incalculable y del que os estaré eternamente agradecida…
Consejos para cuidar la pareja, cómo hacerla funcionar sin soluciones mágicas. Os proponemos algunas ideas y reflexiones generales que pretendemos que sean una invitación a transformarlas en algo personal y.
Es bastante conocida la polémica que hay a la hora de educar entre dos extremos, en los que unos consideran que sin un azote como castigo es imposible educar y, otros, en contra de ello.
En líneas generales, los primeros, ven a los segundos como padres y madres permisivos con hijos e hijas malcriados y consentidos. Y, para los segundos, ven padres y madres autoritarios con hijos e hijas cuyas conductas se basan en el miedo.
Personalmente, quisiera decir que no dar un azote a modo de castigo signifique no poner límites, ni tampoco tener niños y niñas sin disciplina, ya que el objetivo de la disciplina es enseñar y no creo que la violencia (ni física ni verbal), enseñe nada.
El 20 de Enero fui a una ponencia del juez de menores Emilio Calatayud. Coincido en numerosas cosas con él como por ejemplo, la importancia de que vuelvan a marcar la edad de entrada al instituto como estaba anteriormente y no a los 12 años, en que los niños y las niñas deberían tener consecuencias acordes a sus actos y en función de su edad, en lo dañino que es la sobreprotección para el futuro de esos niños y niñas,… pero todo esto son temas diferentes. En lo que respecta al azote (con este tipo de castigo englobo cachete, bofetada, dar con la zapatilla,…), Emilio comentó: “Que me expliquen a mi cómo se puede educar sin un cachete”, aunque dejó claro que esos temas los dejaba en manos de psicólogos porque él lo que sabe es cómo se pueden convertir en delincuentes (su famoso Decálogo para formar a un delincuente). Yo educo sin cachetes y poniendo límites (repito que no es incompatible) y estaría encantada de tomarme un café con él para explicárselo.
No todos los papás y mamás que deciden no hacer uso de la violencia como castigo son permisivos, aunque si es cierto que también los hay (a este tema volveré en otra ocasión).
Ya que existen tantísimos artículos que nos explican las consecuencias de los azotes, he decidido escribir este artículo de manera distinta. Me gustaría que tomases 5 minutos para contestarte a cada reflexión que exponga y ser TÚ quien escriba el final del artículo.
Cuando los niños y niñas reciben un cachete (a modo de advertencia o castigo, no con la intención de hacerles daño), porque se han portado mal (han gritado, roto algo, pegado a la hermana o hermano,…), consideran que es normal que les pase, y lo conciben como un “castigo merecido”. Veamos ahora distintas situaciones:
Un niño que se ha chocado con otro en la fila del cole recibe una patada por no estar pendiente (como cuando se derrama la leche en casa), ¿es merecido?
Tu hija, hace algo que le molesta mucho a tu pareja siendo consciente de ello, ¿qué “castigo físico merecido” crees que sería más apropiado que tu pareja le hiciera a tu hija?
Si en clase tu hijo no para de molestar, el profesor intenta por todos los medios que cese con su conducta (sin éxito ninguno), y termina haciendo uso de la violencia merecida (por ejemplo una bofetada), ¿lo consideras necesario?
Si tu hijo o hija tiene 25 años y hace algo que consideras que no debía haber hecho, ¿le das un azote?
“DEBES SER EL CAMBIO QUE DESEAS VER EN EL MUNDO” Gandhi
Hay muchos casos de bullying en los que no se defienden porque lo consideran apropiado, muchos agresores que por llevar la indefensión metida dentro de ellos no saben cómo sacarla y lo hacen en forma de ataque contra otros que consideran más débiles, muchos casos de violencia de género en los que unos quieren llevar “la voz cantante” como sus papás y otros que son víctimas de algo que es merecido y tienen que aguantar…
No pretendo dar a entender que si unos padres, para imponer un castigo, dan un azote a un hijo o hija se conviertan necesariamente en víctimas o agresores, sino dar a entender que la violencia NUNCA puede ser excusada y merecida.
¿Por qué yo sí y otros no (su maestra por ejemplo)?
¿Por qué cuando son “peques” sí y cuando crecen ya no?: Porque ¿son indefensos? o porque ¿no entienden?…
Para la típica contestación que parece estar de moda: “A mí me lo hicieron y no tengo ningún trauma”, de lo que me alegro muchísimo, y vuelvo a recalcar que no siempre es una relación directa, ni que te conviertas en agresor o en víctima, me gustaría plantearte: “¿Crees que es necesario un azote para que entiendas, por ejemplo, que no debes gritar o insultar a tus padres? ¿Crees que hubieras tenido una infancia un poco más feliz sin ese tipo de castigo? ¿Te gustaría que a tu hijo, nieta, sobrino,… le dieran con la regla los maestros cuando no lleva los deberes hechos y les digan lo inútiles que son?”
Para otra contestación que se da a menudo: “Siempre lo he hecho así, ya no lo voy a cambiar”, te propongo pensar en todas las cosas que has cambiado y antes no las hacías. Siempre es buen momento, ¡yo me incluyo la primera en tener algunas contestaciones que no me gustan con mis hijos!, a lo que no dudo ni un minuto en pedirles perdón y que entiendan que tienen una madre vulnerable, que se equivoca y que no siendo perfecta lo hace lo mejor posible reconociendo mis errores y aceptando mis consecuencias.
Imagínate ahora en tu trabajo cometiendo un error. Tu jefe o jefa para enseñarte que así no se hace te pega, ¿qué aprendes?NADA. El único aprendizaje sería que la próxima vez intentarás que no se entere.
Como consecuencia tenemos adolescentes desorientados, convirtiéndose en dos personas distintas según si están en casa o fuera. Si de pequeño por romper algo le pegaron y aprendieron a meter los trocitos debajo de la alfombra, ahora con un problema mayor, ¿cómo lo van a contar?
Aceptemos las consecuencias, ¿lo rompiste? Intenta arreglarlo y tener más cuidado la próxima vez, ¿no se puede arreglar?, tendrás que comprar uno,…
Enseñemos a solucionar, a aceptar las consecuencias, a ser responsables,…
¿Quieres un mundo sin violencia? Empieza desde casa, empezando todos juntos lo lograremos, porque cada pequeña personita de hoy será una parte importante del mañana ¡SON EL FUTURO!
Me encantaría lograr que alguien reflexione, ¡espero impaciente vuestros comentarios!
“A VECES SENTIMOS QUE LO QUE HACEMOS ES TAN SOLO UNA GOTA EN EL MAR,
PERO EL MAR SERÍA MENOS SI LE FALTARA ESA GOTA” Teresa de Calcuta
Porque las ganas siempre pueden, ¿empezamos hoy?
“EL EJEMPLO TIENE MÁS FUERZA QUE LAS REGLAS” Nikolái V. Gógol
Para concluir quiero compartir una experiencia en un taller de 5 niños de 4/5 años:
Pepito: Hoy me siento triste porque mi papá me ha dado un tortazo.
Fulanito con cara de asombro: Haalaaaa
Pepito sintiéndose atacado e incomprendido: Tú también te sentirías así