¿Necesito hacer coaching?, ¿me ayudará más hacer psicoterapia?, me siento mal, estoy liado, necesito aclararme, enfocarme, entenderme, avanzar, tomar decisiones, moverme, ponerme objetivos… muchas de las personas que vienen a verme suelen decirme estas cosas.
En el siguiente artículo hago una reflexión sobre ambas disciplinas, coaching, psicología y psicoterapia que pueda servir de ayuda si alguno de los lectores se está planteando comenzar un proceso de crecimiento personal.
En este artículo, hago una reflexión sobre afirmaciones que algunos profesionales realizan sobre el coaching, la psicoterapia y los psicólogos.
El coaching está de moda
El coaching está de moda, en EEUU todo el que tiene un coach lo cuenta, como el que tiene un personal shopper, mola y todo lo que mola, se publica, se hace público, y más ahora, en la era de la tecnología y las redes sociales. Parece que nos falta tiempo para hacer público lo que nos pasa y lo que hacemos.
A veces me pregunto, ¿nuestra sociedad está más preparada para el coaching que para la psicoterapia?, ¿seguimos teniendo miedo o pudor a acudir a terapia y más a la consulta del psicólogo?.
Desde el ámbito de la salud, todos los psicólogos y psicoterapeutas tendríamos que hacer un esfuerzo para que la sociedad no nos vea como los “loqueros”, o quizás el esfuerzo tendría que ir encaminado, como dice una compañera de profesión, a no “psicologizarlo” todo. Por todo ello, es importante atender la demanda verbal del cliente, ¿qué es lo que quiere? y ser honestos con nuestra forma de trabajo. Hay situaciones corrientes de la vida que no requieren ni terapia ni medicación
No todos los psicólogos somos psicoterapeutas, en la carrera de Psicología aprendemos teorías, pero no se aprende la práctica, no se aprende sobre uno mismo, esto se aprende en la formación como Terapeuta.
Hay muchos coaches y terapeutas que no son psicólogos.
Hacer psicoterapia es tabú
¿Quién cuenta a sus conocidos que acude a sesiones de psicoterapia?. Hoy en día hacer psicoterapia todavía sigue siendo un tabú, está mal visto, no se comparte, no hablamos de ello. Parece que si cuentas que haces psicoterapia es que estás “para encerrarte”, todavía hay personas que creen que la psicoterapia es para cuando estoy enfermo, Perls decía que la terapia es demasiado beneficiosa para limitarla a los enfermos.
La psicoterapia no es sólo para personas con problemas arraigados o crónicos. La psicoterapia es un espacio de exploración, de creatividad, de encuentro con uno mismo, con su esencia, un espacio para reflexionar sin juicio y para abrir nuevas perspectivas.
El coaching está orientado a la acción
Desde mi punto de vista, el coaching es un proceso muy valioso de crecimiento personal, es una herramienta para tomar conciencia, para movilizarse, para tomar decisiones. Sin embargo y desde mi opinión, no se pueden abordar todas las “demandas” de los clientes desde el coaching. El coaching está orientado a la acción, a conseguir objetivos, si una persona te dice que está perdida, primero necesita encontrarse y luego ponerse en movimiento.
No se puede ir hacia un lugar si no sé dónde quiero ir. Un proceso de coaching se queda en la superficie del SER, no hay una profundización porque para el coaching no es necesaria una revisión de la biografía ni del pasado.
El coaching ayuda a las personas a definir metas claras, y a establecer un plazo específico para alcanzarlas. Y las metas pueden ser desde superar un problema de interacción personal, hasta alcanzar objetivos profesionales.
La psicoterapia está orientada a que la persona se conozca en profundidad y se acepte
Para mí es innegable que un proceso de psicoterapia es un proceso más complejo que uno de coaching, con todo lo que ello conlleva, revisar el pasado, remover en acontecimientos dolorosos, hablar sobre la biografía,…y a veces no estamos preparados o no queremos ir hacia el pasado. El coaching trabaja hacia el futuro, no se revisa el pasado.
…quiero triunfar, quiero saber porque me siento tan mal, quiero dejar de sentirme fracasado, quiero tener pareja, quiero dejar de sufrir, quiero descubrir lo que me gusta… son demandas habituales entre mis clientes y pacientes.
Hay personas que no quieren remover en el pasado, que siente que si hablan de su familia están juzgado a sus padres, y no quieren mirar hacia atrás. Hay que respetar las demandas de los pacientes y clientes.
La psicoterapia remueve el pasado, conlleva cambios internos. El coaching implica cambios externos
En psicoterapia Gestalt trabajamos con el mundo emocional de la persona, que pueda identificar sus necesidades, expresarlas, favorecer el autoapoyo, la responsabilidad en la vida, centrarse en el presente, más que en el futuro o el pasado. Reflexionar sobre la esencia de uno mismo y el sentido de la vida.
En terapia Gestalt se trabaja desde el presente, desde el presente se visita el pasado, si un paciente te cuenta sobre la dificultad con los jefes, una manera de trabajarlo sería preguntar por la primera autoridad, los progenitores ¿cómo se daba esto que cuentas con tu padre y con tu madre?
El fin de la psicoterapia está cuando una persona ha conseguido movilizarse y salir de donde se encontraba, a veces éste movimiento es prácticamente interno y externamente no hay diferencias, por ejemplo, la persona sigue en su trabajo, pero como se ha generado un cambio interno, se relaciona de otra manera con sus compañeros y no necesita dejar su trabajo.
El coaching siempre implica movimientos externos, visibles, por tanto objetivables y medibles, por ello algunas personas le dan más valor, creen que haciendo cambios externos (cambiar de trabajo, de pareja, de casa…) consiguen estar mejor. Es cierto que los cambios externos ayudan, pero son pasajeros, claro que nos hace sentirnos mejor, perder unos kilos, si éste es nuestro objetivo o vivir en una casa más grande…pero si no se produce un cambio interno, tarde o temprano, la insatifacción, la queja y la necesidad de más, llegará a la vida de la persona.
La formación como coach es limitada
Cada vez hay más “escuelas” que forman coaches, para mí un profesional no se forma en tres meses, un buen coach necesita un amplio conocimiento sobre sí mismo. ¿Cuántos años lleva formarse como médico o como arquitecto o como administrativo?. Es imposible entender y acompañar a una persona si uno no ha hecho un proceso de autoconocimiento y no sabe quién es y qué espera de su vida.
He visto a muchos profesionales reorientarse hacia el coaching por el lucro y la reputación que conlleva. También a muchos psicoterapeutas formarse como coach, y darse cuenta de que llevaban usando ciertas herramientas del coaching, sin ponerle el nombre de coaching.
Detrás de esta palabra COACH, tiene que habitar un profesional con amplios conocimientos sobre el SER humano, sobre psicología, también ser un profesional con habilidades como la empatía, la valentía, honestidad, capacidad crítica, capacidad para sostener emocionalmente, capacidad de comunicación, y lo más importante, una persona con un alto conocimiento sobre sí mismo, que haya experimentado consigo mismo, es decir, que haya realizado un proceso de psicoterapia, que le haya proporcionado desarrollo y crecimiento interno.
Aunque muchos puedan echarse las manos a la cabeza, yo creo que un buen coach necesita trabajo personal propio, igual que un terapeuta. Todos los psicoterapeutas humanistas, los Gestalticos y también los psicoanalistas hemos realizado terapia. Cuando uno ha bajado a sus infiernos, ha visto su sombra, le ha plantado cara a su ego, se encuentra en más disposición de acompañar a otro ser humano en su proceso.
El coaching está muy bien remunerado
Como el coaching está de moda, en algunos casos se abusa con los precios, siendo en muchas ocasiones bastante más elevados los precios de las sesiones de coaching que las sesiones de psicoterapia.
Con el coaching no se puede conseguir todo lo que uno se propone
En la filosofía del coaching está ir hacia el futuro, hacia nuestros objetivos. Hay Coaches que siguiendo de manera literal dicha filosofía, transmiten a los clientes que en su vida pueden conseguir todo lo que se propongan, eso es casi como afirmar, que la vida se puede controlar y planificar, lo importante no es el qué, sino el para qué. Creo que todos podemos pensar en multitud de ejemplos de ponernos “locos” persiguiendo algo que cuando lo conseguimos no nos llena, nos deja fríos, inertes, desconectados y nos ponemos otra vez hacia el siguiente “objetivo”.
Es bueno aprender a diferenciar, los objetivos egoicos, los que el ego exige y las auténticas necesidades y deseos. El ego todo lo hace para compensar carencias.
Un coach tiene que saber distinguir entre los objetivos de realización y los de compensación. Claro que es importante tener metas, objetivos, y atrevernos a desear, ya que es el motor de la vida, también lo es aprender a gestionar nuestras emociones cuando no se hacen realidad nuestros sueños.
Entonces, ¿coaching o terapia?, pues depende, depende de varios factores, de la demanda del cliente, de la prisa del cliente, de la profundidad a la que quiera llegar, de los objetivos que quiera conseguir, de su carácter, de su “salud mental”, de su capacidad de introspección… y de un largo etcétera.
La psicoterapia no consiste en culpar a tus padres
Los padres dañan a sus hijos por propia inconsciencia, si uno supiese que decir a un hijo ciertas cosas le pueden dañar, no las diría o no haría ciertas cosas. La terapia es para poder aceptar el pasado, lo que pasó, pasó. En terapia no hablamos de culpas, sino de responsabilidades. Sentir culpa no sirve para nada.
El terapeuta no es el experto
El psicoterapeuta no es experto en la vida de su paciente, igual que el coach. El psicoterapeuta es un experto en su vida, y como se ha trabajado interiormente en su propio proceso de terapia resuena con su paciente.
Los terapeutas Gestalt no diagnostican ni planifican ningún tratamiento. La responsabilidad del contenido de las sesiones es el paciente. El terapeuta en sesión acompaña, ayuda a reflexionar, señala incoherencias, anima, confronta, reconoce,…El terapeuta Gestalt y el paciente están a la misma altura.
La terapia requiere tiempo
Hay muchas psicoterapias, y unas son más largas que otras. Desde luego que un proceso de terapia lleva más tiempo que un proceso de coaching, un proceso de autoconocimiento requiere tiempo y capacidad de observación. Cada persona está dispuesta a hacer una inversión X en su proceso, tanto económica como de tiempo y esfuerzo. La terapia es un lugar para valientes, esto siempre se lo digo a mis pacientes, es valiente mirarse la sombra, respirarla y ver que no pasa nada. Todos nos hemos construido una idea de cómo somos y en terapia darte cuenta que te has contado una “mentira” es duro. Si uno se considera muy generoso y esa es la autoimagen, cuando se ve su parte egoísta oh!, que feo, que mal…pues no, no pasa nada. Somos seres con imperfecciones.
La terapia no sólo es para personas con problemas o conductas disfuncionales
Tanto el coaching como la psicoterapia Gestalt son herramientas enfocadas en el presente, en lo que ocurre. En terapia, observamos el para qué ocurre y el coaching se centra en las soluciones y en tu aprendizaje. La psicoterapia es eficaz y útil no sólo para aquellos que luchan con problemas clínicos graves, sino para cualquiera que se sienta atrapado o necesite un cambio de perspectiva.
Los deportistas profesionales que son excepcionales en su campo poseen entrenadores y preparadores físicos quienes señalan pequeños o grandes ajustes que el deportista puede realizar para ayudarle a alcanzar su potencial. Con la psicoterapia ocurre algo similar, en ocasiones la gente puede acudir estando bien o excelentemente.
Las herramientas, herramientas son. El profesional y la relación que se crea entre profesional y cliente es lo más importante
Bueno, ¿entonces?, ¿coaching o terapia?, pues depende de lo que uno busque, si se quiere algo orientado a la acción, con un principio y fin marcados, y más puntual que un proceso largo en el tiempo, claramente el coaching. Si la persona busca cambios internos más que externos, está abierta a revisar su biografía, su pasado, necesita colocar las relaciones de su vida, entender ciertos sucesos del pasado , etc, entonces recomendaría un proceso terapéutico.
Muchos profesionales lo que hacemos es poner las herramientas que somos coaches y también terapeutas nos ponemos al servicio del proceso y del cambio del cliente o paciente. Yo suelo afirmar: “sin poner etiquetas”, “voy usar lo que sé y cómo lo sé hacer, y además lo que crea que puede ayudarte, pero no lo voy a etiquetar”.
Uno de los elementos esenciales en un proceso de crecimiento personal, donde el cliente o paciente nos abre su intimidad, su corazón, se muestra vulnerable, es la evolución del terapeuta o coach, la evolución como persona, por eso antes comentaba sobre la importancia de que tanto el terapeuta como el coach hagan proceso personal.
Termino con unas palabras de palabras de Guillermo Borja Memo que reflejan muy bien lo que quiero decir:
“Si uno no tiene un mínimo de diez años en el camino personal, va a deformar cualquier técnica que reciba. Las técnicas han sido elaboradas por quienes han culminado un desarrollo personal. Un terapeuta que no haya avanzado en ese camino, entre más se entrene, peor. Terminará subdesarrollándose, poco crecimiento interior y megalomanía de desarrollo exterior. El crecimiento tiene que ser simultáneo, coherente, si no las técnicas van a ser asimiladas de forma mecánica. La técnica es insensible, lo que la vivifica es el desarrollo personal del terapeuta. La técnica funciona si el terapeuta está plenamente vivo”.
La entrada ¿Coaching o Terapia? ¿Qué necesito? aparece primero en Psicocode.
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