viernes, 15 de septiembre de 2017

Reducción de daños, políticos y manipulación

Escribo este post bastante cabreado, la verdad.

Por si no te quieres leer el post entero, empiezo con un breve resumen de lo que voy a decir.

  • Señores políticos, dedíquense a hacer política.
  • Señores de la prensa, dedíquense a informar, no a ser el altavoz de personas que no tienen ni idea de lo que hablan.
  • Y dejen a los profesionales de la salud, de la educación social y de la educación para la salud hacer su trabajo.

Estoy hablando de la polémica por la campaña del ayuntamiento de Bilbao que aconseja picar bien la raya.

tarjeta picar bien la raya

La tarjeta de la polémica se trata de una campaña de reducción de daños, una estrategia que ni es nueva, ni es una ocurrencia.

¿Qué es la reducción de daños?

Vamos a ver unas cuantas verdades en las que todos estamos de acuerdo.

Evidentemente, cuando una persona tiene problemas con las drogas, lo primero que se nos ocurre para ayudarle es motivarlo para que deje el consumo y supere la adicción.

Pero resulta que, hay personas que siguen drogándose. Y esto, nos guste o no, es una realidad que tenemos que aceptar.

Por lo que nos lleva a plantearnos los programas de reducción de daños y riesgos en personas consumidoras.

La reducción de daños está dirigida a personas consumidoras de drogas, para mejorar su salud mientras están consumiendo drogas. Esta mejora de la salud del drogodependiente es un beneficio no sólo individual sino colectivo.

Un ejemplo: Los programas de intercambio de jeringuillas:

Para evitar la infección VIH/sida por compartir jeringuillas entre varios consumidores de heroína, se facilitan puntos de entrega y recogida de jeringuillas.

De esta manera se evitan las infecciones de VIH /sida al compartir jeringuillas y se evita que haya jeringuillas usadas tiradas por el suelo de la ciudad

Los programas de reducción de daños se centrar en mejorar la salud y evitar riesgos para las personas consumidoras de drogas.

Políticos, medios de comunicación y un poco de mala leche.

Si queremos informar y formar a las personas que consumen drogas sobre cómo evitar riesgos de salud durante el consumo, tenemos que publicar campañas de difusión, materiales de consumo “más saludable” y dar mensajes claros y útiles.

Y tenemos que tener cuidado sobre como difundimos esta información y materiales, porque queremos que llegue a las personas adecuadas solamente.

En todas las ciudades de España hay campañas de reducción de daños (ya sean municipales, de la comunidad autónoma o estatales).

En los centros de juventud, en ONGS, en servicios de salud.

Y aquí es cuando llega el político de turno que de repente encuentra una forma de tirar mierda sobre su rival político.

Le da igual el porqué o el para qué de la campaña que acaba de encontrar y se lanza a dar un buen titular, en este caso:

El ayuntamiento de Bilbao frivoliza con las drogas. Y se queda tan ancho el tío.

Entonces entran los medios de comunicación a regalarnos grandes titulares:

 

Y no es verdad. El ayuntamiento de Bilbao no frivoliza con las drogas ni incita al consumo.

El Ayuntamiento de Bilbao quiere mejorar la salud de sus ciudadanos y para ello cuenta con unos grandes profesionales del sector como son Energy Control.

Y por evitar el ruido y malestar generado por sacar una campaña de contexto, la retira, lo cual es una mala noticia para los consumidores de cocaina y para todos los ciudadanos.

Porque, lo mejor para todos es que, quien consuma cocaína, pique bien la raya y no comparta el rulo.

De esta manera no se evitan los problemas derivados del consumo de cocaína, pero si se evitan riesgos de enfermedades como la hepatitis.

Por favor, señores políticos. Por favor, señores de los medios de comunicación. Déjenos trabajar a los profesionales en drogas y no nos incluyan en sus manipulaciones políticas. Los ciudadanos no se lo merecen.

 

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