jueves, 30 de junio de 2016

Reflexiones personales de una votante tras el 26J

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Nunca pensé que escribiría sobre política (pues tengo muy poca idea, la verdad) y menos aquí, en un blog de psicología. Pero como nuestra disciplina está relacionada con la conducta humana y ¿qué es la política sino un resultado de las habilidades sociales y de negociación de quién aspira al gobierno de una nación?

Aunque lo que realmente me ha impulsado a escribir este post son los comentarios de determinadas personas, vertidos en Facebook y Twitter, contra los votantes del PP, que han decidido DEMOCRÁTICAMENTE ejercer su derecho a votar a quién les ha parecido y resulta que ha ganado (igual que yo, que he votado libremente a quién me ha salido del bolo sin tener en cuenta si era el favorito de la mayoría de compatriotas o no ¿soy gilipollas por eso?)

DE LA DEMOCRACIA:

DEMOCRACIA-600x337-400x224Vamos a ver… el juego de la democracia, desde mi punto de vista, está mal enfocado.

En sus reglas se sobreentiende que la mayoría “tiene razón” por una mera cuestión de cantidad (si todos los demás piensan de una manera o hacen algo igual, será que está bien hecho. Ir a contracorriente desgasta y es poco efectivo); por lo que se persigue, a toda costa, el voto colectivo de los ciudadanos. No importa lo que yo te diga sino que tú me votes, y para lograrlo tengo que saber manejar/manipular la conducta y el pensamiento grupal. ¿El problema? Que para movilizar a una masa, no necesito argumentos racionales, con apelar a las emociones me basta. Porque la masa no piensa, SIENTE; y se deja llevar por los impulsos del momento; los finales de campaña siempre son los más cargados de actos sociales (interesa que lo que el votante siente en el mitin se lo lleve a las urnas el domingo).

–¿Sé a quién estoy votando y lo que expone en su programa? Ni idea, pero me cae bien este chico; no sé por qué pero me gusta.–

 

DE LA IGNORANCIA DEL VOTANTE:

ignoranciaSi os dais cuenta, en el currículum escolar de la Enseñanza Obligatoria NO hay asignaturas de política en sí.

Vale, están las Ciencias Sociales, que intentan meterles con calzador, a niños de Primaria, lo que es el senado romano y lo que significa institución (un poco absurdo, desde mi humilde opinión)

Los alumnos, cada año y hasta los 16, aprenden contenidos de Lengua, Idiomas y Matemáticas. Ciencias y Educación Física… ¿y la educación cívica, oiga?

Lograron los de ZP incluir la Educación para la Ciudadanía en Secundaria (hasta que llegó la LOMCE de Rajoy). Es lo más parecido a un intento de instruir a la masa en lo que implica ser ciudadano; pero que todo el esfuerzo político por adoctrinar a los futuros votantes en el sistema democrático, se quede en una asignatura de 2º de ESO, es del todo insuficiente (aunque reconozco que es más que lo que han hecho otros).

La democracia debería acompañarse de instrucción (reglada, obligatoria y continua). Que los políticos, en lugar de perder el tiempo en el Debate de La Uno, arrancándose los ojos con argumentos del tipo “y tú más” y sin ofrecer ninguna explicación sobre el CÓMO voy a lograr bajar los impuestos sin que se vean afectados los presupuestos para sanidad; estuvieran “obligados” a explicar detalladamente a los votantes, las líneas de su programa electoral.

Pero, por favor, que lo expliquen “para tontos” (me incluyo), es decir, para gente como yo que no entiendo mucho de leyes, política fiscal, prima de riesgo… y de más. Que ocupen horas de tele en prime time hasta que entendamos CÓMO va a lograr, cada uno de ellos, la moto que nos está vendiendo. Y ya por pedir… que salgan TODOS los partidos, y no solo 2 o 4…

Tengo que admitir aquí que soy la ignorante number one. Cuando voy a votar, lo hago a ciegas… o peor: según lo que “me inspira” el candidato principal (me avergüenza, pero es cierto) ¡para que luego resulte ser corrupto!

 

DE LA CORRUPCIÓN, CORRUPTOS Y CORRUPTELA:

corruptoMe cabrea que las personas que no están de acuerdo con el resultado de unas elecciones democráticas, lo primero que hagan es insultar al votante del partido vencedor. Y mira que yo ni lo he votado, pero ¿y si lo hubiera hecho? ¿soy menos que tú? ¿soy tonta? ¿ya no merezco tu respeto?

El motivo por el cual justifican su propia y evidente falta de respeto es su convicción de que el votante del PP (en el caso que nos ocupa) contribuye, con su voto, al mantenimiento de la corrupción (en particular) y al mantenimiento de todas sus desgracias (en general).

En el PP hay corruptos pero ¿sólo hay corrupción en el PP? ¿Acaso no la hay en otros partidos? PSOE, CIU…

Y, lo más importante ¿se convierten en corruptos TODOS los integrantes de un partido político; sean éstos de Lugo o Cádiz, de pueblo o de ciudad, hombre o mujer, mayor o joven… en el mismo momento en el que adoptan unas determinadas siglas?

Querido insultador, lo corrupto no es el partido (grupo) sino la conducta de algunas de las personas que lo forman (individuo).

Profundizando un poco más en el asunto… La corrupción solo puede ejercerla ¿un político? Por desgracia, puede corromperse aquel que tiene la oportunidad, me explico; una persona que no ostente cargo o no tome decisiones, o no tenga contactos a los que corromper, difícilmente podrá hacerlo.

Así bien, cualquier persona que ocupe un puesto de poder es candidato a corrupto, sea éste de un partido político o de la mismísima Casa Real, y se mueva más hacia la derecha o hacia la izquierda radical.

 

DE DERECHAS, DE IZQUIERDAS, DE CENTRO Y PA ADENTRO:

centerPor último, me gustaría reflexionar en este espacio qué significa ser de derechas o de izquierdas. A mí no me queda nada claro…

Le he preguntado a un amigo que me explicara los rasgos definitorios de una persona “de derechas” en contraposición a una “de izquierdas”, pero su respuesta ha sido tan vaga como abstracta.

Opino que hemos heredado de nuestra historia conceptos que hoy por hoy quedan totalmente obsoletos (fachas, comunistas, anarcas…) en el contexto político social actual español. La gente busca su beneficio personal en primer lugar y el beneficio común en segundo término (admito que en mi caso es así). Miro por mi bienestar y voto a quién me parece que me lo va a procurar (y me guío por creencias no por conocimientos, por falta de información en este ámbito).

He tenido la suerte de nacer en una familia que ha velado por mí en todos los sentidos. Una familia de clase trabajadora que no ha dejado de esforzarse en sacar adelante a los suyos a base de trabajo, sacrificio y tesón.

Gracias a ellos y a los frutos que han ido recogiendo, hoy tengo la dicha de tener varios trabajos y he montado mis propios negocios acompañada de grandes amigos y de mi marido. Trabajo como una mula y hago más kilómetros que Willy Fog al cabo del año. Mis vacaciones son imaginarias y declaro mis ingresos religiosamente (a pesar de que me gustaría pagar menos, como es lógico, pero entiendo que los impuestos van para un bien comunitario: carreteras, hospitales, colegios…).

Creo que con mi dinero puedo hacer lo que me plazca (siempre que no haga mal a nadie) y no me vas a decir tú si puedo invertirlo en una segunda propiedad o no con la excusa de que hay gente que no tiene una primera. Creo que toda persona tiene derecho a una vivienda pero sé de casos que se aprovechan de las ayudas sociales y destrozan las casas que les entregan.

Creo en el derecho a un trabajo y sueldo digno pero también en la OBLIGACIÓN DE BUSCARLO (buscar trabajo es un trabajo en sí mismo y no todo el mundo lo contempla así) y en el esfuerzo por conservarlo. Creo en los contratos indefinidos pero tengo la experiencia de que son peligrosos cuando no conoces cómo va a responder el profesional que contratas .

Creo en la necesidad de proteger el medio ambiente, a los animales y a las personas más desfavorecidas; pero también quiero leyes que me protejan a mí y no me pidan que dé más porcentaje de MI DINERO (que tanto me cuesta ganar) que otra persona. Creo en las causas sociales y participo en alguna e intento ser tolerante con las opiniones que no comparto o no entiendo (aunque no siempre lo consigo…)

Creo en la sanidad y educación pública, para mí es el mejor sistema, pero me gusta que haya otras alternativas privadas (también hay gente que vive de eso o lo escoge porque quiere y puede, y es muy respetable).

Creo que la sociedad es diversa y heterogénea en gustos y preferencias y casi todas las opciones son válidas (para mí) si no limitan derechos ni libertades.

Creo que muchas cosas podrían mejorar, pero otras están bien como están. Y aunque convivimos en un sistema grupal, el voto es individual y los motivos muy personales… tengamos esto presente.

Creo que el sistema de la democracia no siempre es eficaz y me encantaría que los políticos fueran gente preparada, que tuvieran que pasar pruebas de conocimientos (al estilo oposiciones) y antes de coger una cartera de Ministro, haber desempeñado las funciones laborales relacionadas con dicho Ministerio.

Y con todo ello que os he confesado, alguien me puede responder a esta simple pregunta¿soy de derechas o de izquierdas?

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Las nefastas consecuencias de pensar demasiado

Megalomanía, el delirio de grandeza

La megalomanía nos habla de esas personas que padecen un delirio de grandeza pero ¿en qué momento del psiquismo se produce y qué esconde este creer ser un dios? Querer.

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miércoles, 29 de junio de 2016

¿Eres bueno dando consejos? Descubre cómo Mejorarlos

consejo

Ya sea con la familia, con los amigos, o con los compañeros de clase o de trabajo, dar un consejo siempre es algo difícil.

Requiere de mucha sensibilidad. Sobre todo si estamos hablando de la vida, de decisiones o problemas de otras personas. Además, puede ser algo frustrante cuando no sabemos qué decir, o nos equivocamos, o simplemente, la otra persona no sigue nuestro consejo.

Dar un consejo consiste en compartir una experiencia. En ofrecer una directriz o una guía que se pide y se da de forma voluntaria. En ningún caso es una orden, ni hay obligación de darlas o de exigirlas.

¿Hay alguna fórmula para ser un buen consejero? Todo se basa en nuestros propios conocimientos, nuestra experiencia, y en nuestra sensibilidad. Pero si quieres mejorar tu capacidad para dar consejos, y con ella, tu capacidad de escucha y sensibilidad, aquí tienes algunos consejos.

Lo Primero es la Actitud

Para empezar, no estaría mal que nos deshiciésemos de algunas malas prácticas. Ante todo, siempre que atendamos a alguien, en nuestra intención de atender y de comprenderla está la clave para dar un buen apoyo.

Una buena actitud no solo para ser un buen consejero, sino para alguien receptivo para los demás, comienza siempre con estas premisas:

No juzgues ni sesgues la información dejándote llevar por prejuicios o creencias propias

Cuando una persona habla, nuestro primer paso es siempre escuchar. No debemos juzgar, sino evaluar.

Se honesto

Ya sea con seres queridos, o con desconocidos, siempre queremos demostrar que somos eficientes. Siempre querremos dar la mejor respuesta. Pero a veces, no tenemos acceso a ella, o no tenemos tiempo para buscarla. En estos casos, se humilde y no vayamos de sobrados.

Espera al mejor momento para dar el consejo

A veces, la persona no ha terminado de hablar, y ya les estamos bombardeando con tips, directrices y <<deberías, deberías, y tendrías…>>. Vamos a calmarnos. Dejemos primero que la otra persona se exprese. Y una vez que tengamos toda la información disponible, entonces es cuando actuamos. Recopila primero, actúa después.

No impongas

Un consejo no es una orden. No estás obligado a dar un consejo, al igual que el interesado tampoco está obligado a pedirlo. Es un acto voluntario. Por eso, cuando hables, no impongas tu forma de ver las cosas, o no lances tu consejo como si fuera una orden. Se asertivo. La última decisión siempre será de la otra persona.

Los Mejores Consejos Paso a Paso

Si demostramos tener una buena actitud comunicativa ante una demanda, nuestro interlocutor seguramente querrá saber nuestra opinión, o que le facilitemos algún consejo. ¿Cómo podemos ser más efectivos con este gesto? Esta es mi propuesta:

1. Escucha a tu interlocutor

Mientras más información recopiles, mejor. Delinea su historia en tu mente.

2. Ponte en su lugar

Ten un poco de empatía. Que tu primera impresión cuando él o ella termine de contar su historia sea <<Comprendo tu situación…>>

3. Invita a la otra persona a que vea su problema desde fuera

Busca la tranquilidad de tu amigo, y después, empieza a pregunta qué tiene pensado hacer. Así, empieza a tomar decisiones, toma la iniciativa sobre sus propias complicaciones y empieza a poner en marcha sus propios recursos.

4. Antes de aconsejar, pregunta si quiere un consejo

Y cuando empieces ese consejo, recuerda: lo mejor será que no empiece como una orden. La fórmula del: “yo que tú…” siempre es muy útil para cuando hayas llegado a esta situación.

5. No hables de una, sino de muchas alternativas

Pon Encima de la mesa toda la información que puedas dar.

6. Indica los riesgos que conlleva ciertas decisiones

Continuando con lo anterior, ciertos caminos pueden ser una buena solución. Pero pueden implicar riesgos. Aplícate la premisa de “quien avisa no es traidor”, y avisa de los posibles contras que puedan tener algunas de tus sugerencias (si realmente las tienen).

7. Ante todo y sobre todo, es la otra persona quien tiene la última palabra

La otra persona decide. Son sus problemas. Ha llegado la hora de que decida como solucionarlos.

8. Ten un seguimiento

Preocúpate por cómo le ha ido, y si finalmente consiguió una solución a su situación.

Y listo, ya has podido hacer todo lo que podías por esa persona. El resto dependerá de ella. Ser consejero pude ser algo muy gratificante. Sobre todo cuando las cosas salen bien.  Pero aprende a dosificar bien tu información. Recuerda, con un consejo compartes experiencia. No es obligatorio darlo, ni tampoco recibirlo. Tú decides al final quién merece de tu experiencia y quién no.

En el siguiente video te comparto la misma información de una manera más gráfica. Que puede servirte igualmente como recordatorio, y también para compartirlo con quien merezca un poco de ayuda.

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martes, 28 de junio de 2016

10 pasos en tu camino hacia el éxito

éxito

El éxito es una definición muy personal… para algunos es dinero, poder, salud, fama, familia, profesión, comprar una casa, viajar por el mundo, ser amables, perdonar, encontrar equilibrio entre lo personal y lo profesional,  etc.

Te invito a que exploremos juntos estos 10  pasos que descubrí en mi camino como Coach de vida y varios años de trabajo en mi misma y en mis coachees para alcanzar el éxito.

1. Cuida tu mente

Empieza a poner más atención a tu mente, eres un ser mental, si tus pensamientos están en negativo eso es lo que crearás, si tus pensamientos están en positivo también lo crearás, así que tú decides…

Te invito a nutrirte de buenos pensamientos que te hagan sentir bien, en armonía, que te ayuden a prosperar, que te mantengan en positivo, que te hagan sentir pleno y exitoso.

2. Visualiza

Es importante que aprendas a ver tus deseos a través de tu mente, a eso se le llama visualización.

Aprende a ir en concordancia con lo que deseas, en coaching acostumbramos a pedir al coachee que sienta que ya tiene lo que desea para objetivar lo que se quiere.

Hay que visualizar en positivo: así que si quieres dinero debes tener pensamientos como “soy abundante, genero abundancia”, nunca en negativo como “no quiero tener deudas” o “no quiero ser pobre”, piénsate abundante, lleno de dinero, con una gran cuenta de cheques, aunque tu apariencia en este momento sea diferente, recuerda que tu mente le dará lo que le pidas con insistencia y persistencia.

3. Eliminar las creencias limitantes de tu vida

Las creencias e ideas familiares, culturales, populares que no te dejen avanzar y que confunden a tu mente porque no tienen nada que ver con tu realidad deben ser eliminadas.

Ejemplo: creencias como “todos los hombres son iguales”, “más vale malo por conocido que bueno por conocer”, “piensa mal y atinarás”, en nuestra familia todos son diabéticos, cardiacos o propensos al cáncer”.

Todas estas son creencias que limitan nuestro desarrollo y crecimiento.

Somos seres mentales creadores de nuestra existencia, somos nuestra propia causa, nuestra vida es individual, podemos hacer de nuestro desarrollo algo maravilloso, así que si tienes creencias que te llevan a alejarte de tus sueños, sentir temor, a creer que el éxito es para otros, cámbialas por creencias que vayan contigo, con tus sueños y con lo que decides para tu vida.

4. Define bien tu deseo

Define, establece y visualiza tu deseo.

Un deseo bien definido te coloca muy delante de tu logro, mantiene tu pensamiento en concordancia con el deseo.

Hay que hablar, vestir y comportarse como lo que quiero ser y así empieza el trabajo mental hasta generar el deseo, hacer lo necesario para sentir que el deseo ya se ha cumplido. Lo que estás pensando, cualquier cosa que está sucediendo en tu mente, lo estás atrayendo.

5. Conéctate con tus valores

Al conectar con tus valores te integras con tu autovaloración perfecta, tu concepto de ti mismo es lo más importante y si no te gusta ¡cámbialo!

Eres tu propia causa y en el momento que lo decidas puedes generar tus propios cambios. Si lo puedes imaginar lo puedes crear, así que cuando hacemos consciente lo inconsciente podemos generar cambios profundos en concordancia con nuestro valores, siempre y cuando estés dispuesto a trabajar y luchar por ello.

6. Cambia las emociones equivocadas

Significa cambiar el enojo por la paciencia, la frustración por el aprendizaje, resentimiento por el perdón, la tristeza por armonía, para convertir tu vida en un encuentro mágico contigo mismo.

Cambia todo lo que no te gusta, no te sirve y reemplázalo por lo que sí te sirve, te hace feliz y te genera emociones positivas.

7. Realiza  todo lo que hagas con calidad

La calidad consiste en hacer todo lo que puedas de la mejor forma posible con un espíritu agradable y armonioso.

Al hacer las cosas con calidad crearás a tu alrededor circunstancias formidables y el camino del progreso se hará más transitable y lograrás sentirte pleno pues dando tu mayor esfuerzo generarás confianza, armonía, felicidad y suerte.

8. Ámate a ti mismo

Para alcanzar el éxito te recomiendo que sientas amor primero por ti y después por los demás. Ámate a ti mismo, solo así podrás amar a los demás. Recuerda que amar es el camino más rápido para alcanzar lo que desees en tu vida.

9. Comprométete

Compromete a lograr tus metas, te seguridad, practica la persistencia, practica la disciplina, sé tenaz, se paciente, sé generoso contigo y con los demás, sé puntual, respeta tu tiempo y el de los demás.

10. Haz una lista  de tus metas y un pizarrón para visualizar

Pon cada una de tus metas por escrito, descríbelas lo más que puedas y especifícalas

Recorta imágenes de lo que quieres realizar y pégalas en una cartulina (lo cual te dará claridad y foco) y así les darás energía mental. Pon la cartulina en un lugar donde puedas ver las imágenes y que las veas a diario (visualización)

Cuando vayas realizando tus metas, felicítate  por tus logros todo el tiempo y ve a por el siguiente en la lista.

Disfruta de tu éxito ya que como vimos al principio es algo tan personal que sólo tú puedes valorarlo, ya sabes que tienes todos los elementos, capacidades y talentos.

Disfruta este maravilloso camino creado por ti de ahora en adelante y por siempre.

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lunes, 27 de junio de 2016

Psicología laboral: 7 pasos para conseguir trabajo

conseguir trabajo

Nos graduamos y, con título en mano, nos sentimos dueños del mundo. El fin de una etapa – la universitaria – marca el inicio de otra: la del mundo laboral.

Leyes distintas las gobiernan y requieren, de nuestra parte, habilidades como: flexibilidad, adaptabilidad, creatividad, organización, planificación, tolerancia a la frustración y motivación.

Si has hecho una pasantía mientras estudiabas cuentas con ventaja. Si no es así ahora es cuando comienza un recorrido de cero.

El mercado laboral – en constante cambio –recibe ofertas de una gran cantidad de profesionales dispuestos a ingresar en él. Es bueno enfrentarlo con dinamismo, originalidad, organización y planificación.

Desde la psicología laboral te sugerimos el siguiente plan de 7 pasos, que puedes adaptarlo a tus características, preferencias y necesidades.

Plan de 7 pasos para conseguir trabajo

  • Diseña tu tarjeta de presentación. ¿Qué debe constar en ella? Datos personales, formación, áreas de especialización y datos de contacto (celular, email y redes sociales). Una tarjeta sencilla pero ordenada y con cierto gusto estético es lo ideal.
  • Currículum Vitae digital e impreso, breve y conciso, que apunte a los logros que has tenido en las áreas de experiencia en el trabajo universitario. Adjunta al inicio una breve Carta de presentación. Otra opción es utilizar unas plantillas de currículum online o digital.
  • Estudia el mercado laboral al que apuntas. Identifica si es trabajo presencial u online. Si es trabajo online no te detienen las fronteras físicas.
  • Busca en Internet las empresas con vacantes de tu especialidad. Dirígete a la base de datos o la sección ¿quieres trabajar con nosotros? Completa el formulario en línea y, en caso de que la empresa realice un llamado, te convocarán mediante email o contacto telefónico.
  • Reúne la información – clasificada por orden alfabético, proximidad, interés, etc – en un archivo con los siguientes datos: Nombre del centro, teléfono, email, redes sociales y dirección. Es una buena opción generar el contacto mediante mensaje privado en Facebook o Linkedn.
  • Genera el contacto: preséntate a través de un email, comunica tu propósito de quedar a disposición de la empresa en caso de que requieran tus servicios y avisas que anexas tu CV y Carta de presentación. Te despides dejando en claro que estas a la orden para cualquier consulta o entrevista personal. Bajo tu nombre en la despedida señala tus datos de contacto.
  • Pasada una semana comunícate con la empresa mediante un llamado telefónico – es más directo y personal – para corroborar hayan recibido el email. Expresa que estas a disposición de reenviarlo. Si no puedes establecer contacto telefónico lo haces por email.

Puedes adaptar esta búsqueda a un recorrido directo en el lugar donde vives, puesto que aún hoy existen empresas que no cuentan con sitio web o redes sociales donde establecer contacto.

Dos características que deberás desarrollar especialmente en este momento de tu vida son la tolerancia a la frustración y creatividad. Cerrar una puerta es abrir otras a nuevas posibilidades.

“Caminante, no hay camino, se hace camino al andar”

Antonio Machado

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domingo, 26 de junio de 2016

¿Puede causar adicción el consumo de benzodiacepinas?

La mayoría de los pacientes a los que se les ha prescrito algún tipo de medicación para contener algún síntoma emocional comienzan a realizarse preguntas sobre la funcionalidad de dichas.

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sábado, 25 de junio de 2016

Ejercicio psicológico para aceptar tus defectos

aceptar tus defectos

Las personas que tienen problemas de autoestima suelen tener un problema para aceptar sus defectos, ya que suelen magnificarlos o exagerarlos.

Por lo tanto, a la hora de observarlos, no suelen hacerlo de manera ajustada a la realidad y eso hace que aceptarlos resulte muchísimo más difícil. No es lo mismo aceptar que eres una persona horrible que poder asumir que no siempre actúas de la mejor manera. Si os dais cuenta, la diferencia fundamental está en la manera de interpretar y por lo tanto de describir el hecho.

¿Qué puedes hacer para aceptarte más?

El primer paso es utilizar un lenguaje que sea apropiado, considerando que éste es aquel que no es peyorativo (no te faltas el respeto a ti mismo diciéndote esa frase), es preciso (se corresponde fielmente por algo ocurrido) y es específico (no se habla de características generales y sí de conductas concretas).

Ejercicio psicológico

Una forma para practicar este nuevo tipo de lenguaje interno conlleva escribir los errores cotidianos que cometes modificando el lenguaje utilizado:

  • Describir el hecho concreto sin utilizar calificativos negativos o exagerados. En vez de decir “Ayer fue horrible. Soy una vaga y salí tarde de casa por maquillarme” sería ideal que pudieras cambiar a “No me gusta que ayer salí tarde de casa por maquillarme”. En la primera definición las palabras son exageradas y hablas de características difícilmente modificables. En la segunda defines algo que te molesta y la razón.
  • Es importante poder definir los motivos por los que fue algo que te molestó. Ejemplo: Al salir tarde de casa por maquillarme llegué a la mitad de mi clase.
  • Aceptar los errores como parte de la cotidianidad y buscar soluciones. Ejemplo: Es cierto que llegué a la mitad de mi clase porque tardé en maquillarme, pero es algo que puede ocurrir. Sé que esto puede ocurrirme, así que voy a levantarme con un poco más de tiempo y ya está.

La práctica constante de este ejercicio hará que puedas modificar con más facilidad los pensamientos irracionales sobre ti mismo y aceptarte con mayor facilidad. Eso te ayudará a sentirte mejor cada día en todos los ámbitos de tu vida.

Photo Credit: Silvia Travieso G.

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viernes, 24 de junio de 2016

Cómo afrontar nuestras preocupaciones

preocupaciones

Constantemente nos sobrevienen multitud de pensamientos que parecen florecer de manera espontánea en nuestra mente, sin que apenas tengamos la impresión de poder ejercer un control consciente sobre ellos.

Con mucha frecuencia, además, cuando valoramos estos pensamientos como contrarios o perjudiciales para nuestros deseos o intereses, experimentamos una sensación de malestar interno en forma de intranquilidad, tristeza, miedo o rabia.

Estas percepciones, a su vez, suelen originar más pensamientos de la misma índole, desencadenándose así una especie de bucle donde nuestras preocupaciones alimentan en nuestro fuero interno determinadas emociones “negativas” y éstas, a su vez, dan lugar a un mayor número de pensamientos angustiantes.

En los peores casos, este proceso (si no sabemos ponerle fin) puede acabar desembocando en algún tipo de trastorno de ansiedad o depresión.

En cualquier caso, es muy interesante aquí darnos cuenta de la facilidad con la que nos quedamos enganchados a nuestras preocupaciones (de la cuales no nos resulta nada fácil escapar) y observar la retroalimentación constante que se genera entre nuestro sistema de razonamiento y las emociones que sentimos.

Ahora bien, si nos detenemos a reflexionar un poco sobre este asunto, comprobaremos como con frecuencia nuestras preocupaciones e inquietudes versan o bien sobre hechos relacionados sobre cuestiones que aún no han sucedido, o bien sobre acontecimientos pasados que hubiésemos preferido que hubieran ocurrido de otra forma o directamente que no hubieran pasado nunca.

La cosa se torna todavía más curiosa cuando nos damos cuenta que normalmente este tipo de disertaciones mentales no nos conducen a ninguna solución práctica sobre nuestros supuestos problemas puesto que, por un lado, es habitual que llegado el caso todo aquello que nos generaba preocupación no llegue jamás a concretarse en la realidad (al menos de la forma exacta en cómo lo imaginamos) y, por el otro, es evidente que toda nuestra angustia causada por nuestros recuerdos pasados nunca conseguirá revertir los sucesos acaecidos tiempo atrás.

No obstante, también es común que el motivo de nuestro padecimiento sea debido a sucesos que ciertamente sí que están ocurriendo en nuestro presente, es decir, cuando nos mostramos disconformes con nuestra realidad actual porque preferiríamos que fuera de manera diferente a la que en verdad está teniendo lugar.

En cualquier caso, si reflexionamos sobre ello veremos una vez más que, en sí mismos, tanto el hecho de angustiarnos por nuestra situación presente como el anhelo de querer vivir una situación distinta a la que estamos viviendo resultan totalmente incapaces de modificar ni un ápice nuestra situación actual.

Por lo tanto, en lugar de quedarnos estancados auto-compadeciéndonos, en ocasiones puede ser útil interpretar nuestro malestar como una especie de llamada a la movilización de nuestros propios recursos para intentar “mejorar” la situación adversa que se nos está dando (siempre que nos sea posible, claro).

En resumidas cuentas, es muy interesante constatar cómo, debido a nuestras preocupaciones, a menudo albergamos un importante estado de sufrimiento que resulta totalmente infructuoso para nosotros, más allá de la toma de conciencia de su completa ineficiencia.

De este modo, tal y como por ejemplo se señala desde la Programación Neurolingüística (PNL) creo que es útil comprobar hasta qué punto toda esta cadena de “pensamientos irracionales” (basados en creencias e interpretaciones subjetivas o arbitrarias) no nos ayudan en absoluto y pueden, incluso, llegar a hacernos sentir enormemente desdichados, condicionando así directamente nuestra sensación de bienestar o sentido de la felicidad.

Ahora bien, ¿qué podemos hacer cuando nos vemos impelidos continuamente hacia está dirección al sobrevenirnos pensamientos que nos hacen sentir mal?

El observador externo

A mi entender, lo esencial es saber situarnos en una posición de “observador externo” y relativizar los pensamientos que están teniendo lugar sabiendo que, en cualquier caso, son debidos a conjeturas e interpretaciones subjetivas y no a la realidad de los hechos en sí mismos.

Para ello suele ser de mucha ayuda la toma de conciencia del momento presente, del aquí y el ahora inmediato, pero no desde la perspectiva que nos ofrecen los hechos circunstanciales o las características de nuestro contexto actual, sino desde un punto de vista mucho más profundo, focalizando nuestra atención en nosotros mismos, por ejemplo a través de la observación calmada de nuestro estado físico o de nuestra respiración.

Al tiempo, es muy importante no juzgarnos a nosotros mismos por sentirnos de tal o cual manera, por pensar esto, aquello, etcétera. Suele resultar totalmente contraproducente querer luchar contra las propias emociones y pensamientos, pues el resultado lógico de ello es que añadamos más malestar a nuestro interior.

Ahora bien, tampoco es conveniente de ningún modo aferrarse a nuestras propias ideas o emociones, simplemente por el hecho de sentirlas. Por tanto, es imprescindible – aunque nos cueste – aceptar lo que se está dando para, de esta manera, soltarlo y dejarlo fluir y que así, poco a poco, pueda transformarse.

Por último, es enriquecedor tener en cuenta que, aún ante una situación cualquiera (por dramática que pueda ser) no existe una única manera de responder o actuar, sino múltiples. De hecho, todos conocemos casos de diferentes personas que han reaccionado de formas muy diversas ante infortunios aparentemente similares (rupturas de pareja, despidos laborales, muerte de seres queridos, enfermedades, etc.). Por lo tanto, al final no es tanto “lo que pueda sucederme” sino cómo seré capaz de responder y desenvolverme ante ello.

Viktor Frankl, psiquiatra que sobrevivió a los campos de concentración nazis, en su obra “El hombre en busca de sentido” (1946) afirma que la actitud ante cualquier circunstancia de la vida depende en última instancia de una elección personal.

De este modo, por tanto, a pesar de que una persona efectivamente no siempre pueda cambiar las circunstancias que le afectan negativamente en su vida, sí que en todo momento puede hacer uso de su libertad individual para escoger la actitud con la cual las afronta.

Photo Credit: Silvia Travieso G.

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jueves, 23 de junio de 2016

La química del amor ¿cómo afecta amar al cerebro?

El proceso químico del amor nos muestra cómo el funcionamiento del cerebro varía cuando uno está enamorado. Una suma perfecta entre emociones y sustancias químicas que lo envuelve todo. En.

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miércoles, 22 de junio de 2016

6 claves para que la Terapia de Pareja funcione

Terapia de Pareja

Siguiendo estos consejos podrás sacar el máximo provecho a la terapia de pareja.

¿Alguna vez te has preguntado si la terapia de pareja puede ayudarte a ti y a tu pareja a resolver un conflicto, a aprender a comunicaros mejor, o incluso a llegar a un nivel superior en vuestras relaciones íntimas?

Este tipo de terapia puede conseguir todo esto, pero sólo si evitas las trampas y los obstáculos que tú o tu pareja os ponéis.

Aquí te mostramos seis claves para hacer la terapia de pareja funcione.

1. No esperéis demasiado tiempo

Cuando trabajaba como terapeuta de parejas, no era raro que uno de los miembros de la pareja dejara caer que ya habían consultado a un abogado sobre su divorcio.

Incluso, a veces los dos miembros de la pareja habían contratado los servicios de un abogado. Era como si querían poder decir que ya lo habían intentado todo, pero en realidad ya habían tomado una decisión y querían dejar la relación. En tal situación la terapia de pareja posiblemente esté condenada al fracaso. Las parejas tienen más y mejores posibilidades de arreglar su relación si abordan el problema desde el principio.

2. Encontrad al terapeuta adecuado

Asegúrate de hacer tu parte del trabajo y acude a un terapeuta con experiencia en terapia de pareja. Un terapeuta de pareja ha de contar con muchas habilidades específicas.

3. Sed sinceros con el terapeuta

Es frustrante trabajar con parejas cuando uno, o los dos miembros, no dicen la verdad. Como mencioné antes, a veces ya han consultado a un abogado sobre su divorcio y no son honestos sobre este tema. En otras ocasiones hay asuntos como aventuras extramatrimoniales, que están implicados en los problemas pero mantenidos en secreto.

Otra área que se oculta con frecuencia es él de abuso de sustancias, ya sea droga, alcohol… Un buen terapeuta no va a juzgaros, pero ha de saberlo todo para poder ayudar.

4. Estad presentes en las sesiones

Tanto literalmente como en sentido figurado. En primer lugar, estad puntuales en la consulta del psicólogo y dispuestos a participar. Apagad y guardad los teléfonos. Esto puede parecer obvio, pero en realidad he tenido que decir a mucha gente que guardasen su móvil en medio de una sesión.

Participar de forma activa en la sesión. Haced todo lo posible para escuchar, compartir, y mantened la mente abierta.

5. Haced vuestros deberes

Algunas terapias de pareja requerirán trabajo adicional entre sesiones. Puede que os pidan que rellenéis algún cuestionario sobre vuestra relación de pareja. Puede que os pidan que practiquéis las habilidades de comunicación. También es posible que haya material de lectura.

Esto suena a colegio, y la verdad es que en cierto modo lo es, ya que estaréis aprendiendo nuevas habilidades de relación. Aunque suene a tópico, sacaréis de la terapia de parejas lo que pongáis en ella.

6. Dad tiempo al tiempo

Las parejas a menudo quieren resolver problemas que han aumentado a lo largo de los años, y quieren hacerlo rápidamente una vez que se deciden a pedir ayuda. Pero cuanto más tiempo pasa desde que comienzan los problemas es mayor el resentimiento.

No esperéis que la terapia de pareja haga efecto por arte de magia de la noche a la mañana. Tampoco esperéis que el terapeuta descubra vuestros problemas. Un buen terapeuta actuará más como un conductor de la relación. Si a la vez que el terapeuta hace su trabajo vosotros hacéis el vuestro, hay esperanza que podáis llegar a recordar de nuevo las cosas buenas que os unieron en un primer momento.

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Implicaciones psicológicas de la asertividad

asertividad

La asertividad es una habilidad que implica saber defender nuestros derechos de forma clara delante de otras personas, teniendo en cuenta al mismo tiempo los efectos que esto provoca en ellos y procurando no herirles.

Los problemas relacionados con esta habilidad son una causa frecuente de consulta en las clínicas de psicología, tanto por las personas que manifiestan conductas pasivas y tienden a no defender sus derechos, como por aquellas que lo hacen pero se expresan de forma agresiva.

La conducta asertiva está representada por un conjunto amplio de comportamientos que se aplican a gran variedad de situaciones sociales. Algunas de ellas tienen que ver con la capacidad para decir “no” a peticiones que nos hacen los demás y consideramos inapropiadas o simplemente que no queremos o no podemos hacer.

Otras implican ser capaces de expresar a los demás algo que nos molesta de su comportamiento y pedirles que lo modifiquen. Las personas asertivas también saben expresar sus emociones de forma adecuada, tanto las positivas como las negativas. Además son empáticas y tienen en cuenta cómo se sienten los demás.

Conducta pasiva y conducta agresiva

Podemos entender este concepto de asertividad como un continuo de comportamiento, encontrando en un extremo la conducta pasiva y en el otro la agresiva.

La conducta asertiva estaría situada en el punto medio de ese continuo, siendo al mismo tiempo la más adaptativa desde el punto de vista de las relaciones interpersonales. Cualquiera de estos tres estilos de comunicación lleva asociados comportamientos observables, verbalizaciones y aspectos de la comunicación no verbal como gestos, movimientos y posturas corporales.

Las personas que se comunican de forma pasiva por lo general tienden a manifestarse inhibidos, evitando el enfrentamiento con los demás por miedo a no ser aceptados, no expresando sus opiniones ni defendiendo sus derechos.

Por otro lado, el estilo de comunicación agresivo implica defender nuestros derechos, pero haciéndolo de forma inapropiada al no tener en cuenta cómo pueden sentirse los demás. De esta forma, las personas que se comunican de forma agresiva tienden a imponer sus opiniones y sus derechos sobre los de los demás.

Finalmente las personas asertivas son aquellas que, como ya hemos dicho, defienden sus derechos teniendo en cuenta al mismo tiempo los de los demás.

Cada una de estas tendencias de comportamiento tiene distintas implicaciones a nivel psicológico e interpersonal.

Las personas que se comunican de forma asertiva se sienten por lo general satisfechas en sus relaciones interpersonales, y eficaces en cuanto a su comportamiento social.

Defender nuestros derechos asertivamente genera un autoconcepto y una autoestima positivos, al fomentar la confianza y la seguridad en la propia capacidad para relacionarnos de forma adecuada, y no permitir que los demás se aprovechen de nosotros.

Las relaciones interpersonales de las personas asertivas son por lo general más gratificantes y satisfactorias. En cambio, las personas que actúan de forma pasiva tratan de buscar continuamente la aprobación de los demás, sintiéndose poco eficaces a la hora de influir sobre ellos.

Muchas veces acaban haciendo cosas que no quieren hacer o buscando la aceptación por parte de los otros de forma inadecuada y renunciando a sus propios derechos. Esto da lugar a problemas de autoestima e inseguridad en el ámbito interpersonal.

Por último, el principal efecto del estilo agresivo de comunicación es el rechazo social, al tratar de hacer prevalecer sus opiniones y no permitir al resto expresarse o defender sus derechos. Finalmente también acaban por manifestar problemas de autoestima dado que sus relaciones no resultan satisfactorias.

Autora: Drissa Delkader Palacios, psicóloga del Centro de psicología Psicomaster.

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martes, 21 de junio de 2016

Cómo convivir felizmente con tu ego

ego

Algunas veces nuestro Ego nos puede jugar malas pasadas. Sin apenas darnos cuenta toma el control de algunas situaciones en nuestras vidas y nos crea conflictos totalmente innecesarios.

Aprende a convivir con tu ego sin que este te perjudique en tu vida y en tus relaciones con los demás.

¿Qué es el Ego?

Llamamos Ego a la instancia psíquica a través de la cual la persona se reconoce como “yo” y es consciente de su propia identidad. Es la instancia que maneja nuestros pensamientos, recuerdos, percepciones y sentimientos conscientes.

“Todo lo que te sucede lo mides según tu ego”.

¿Cómo se nos presenta nuestro Ego?

Se nos presenta en esa vocecita interior que muchas veces sale al exterior y que generalmente empieza la frase diciendo “YO….”

Esa vocecita que, algunas veces, escuchas decir:

“(YO) Puedo hacerlo. Lo voy a hacer” (EGO positivo)

Y otra sin embargo, te dice lo contrario:

“Me rindo (YO) no voy a ser capaz” (EGO negativo), o

“este tío que se ha creído, no tiene ni idea de lo que está hablando, (YO sí lo sé)”

Nuestro Ego puede ser en un determinado momento nuestro mejor amigo y segundos después el peor de nuestros enemigos.

Es el que organiza nuestras ideas y experiencias y nos da sentido de identidad.

Cuando tienes a tu Ego como aliado… Todo es perfecto.

Tu ego te motivará, te ayudará y dará fuerzas para superarte, para progresar, para conseguir aquello que deseas…

Es el Ego el que hace que un atleta de élite consiga su medalla de oro, a pesar del esfuerzo, sudor y lágrimas que supone para él/ella

Este le repetirá una y otra vez: “(YO) voy a lograrlo”

Sin embargo, cuando tienes a tu Ego como enemigo no te permitirá ser feliz.

A nuestro ego le encanta tener todo bajo control y suele aparecer su lado oscuro cuando nos sentimos amenazados, no aceptados o criticados. En estos casos solemos responder de forma irascible, vengativa, orgullosa, incluso violenta.

El Ego se va autoconstruyendo a través de la adquisición de los conocimientos, creencias, hábitos y experiencias que tenemos a lo largo de nuestras vidas. A partir de todo esto, el Ego crea tu mapa de la realidad y te hace creer que todo lo que sucede a tu alrededor es una realidad objetiva. Cuando lo cierto es que está cargada de subjetividad.

Todo esto puede hacernos creer que tenemos la verdad absoluta en muchas ocasiones, que las cosas se han de hacer como nosotros decimos, que la opinión de los demás no es acertada y la nuestra sí.

En este contexto, podemos decir que las personas que viven dominadas por el ego están engañadas, se creen superiores y no ven la realidad.

¿Quién decide que tú tienes la razón en una discusión?… Tu Ego

De hecho, me atrevería a decir que nuestro ego es el culpable de todos y cada uno de los conflictos que tenemos. (Entendido conflicto como enfrentamientos, luchas, enemistad).

El problema con el Ego empieza cuando esa vocecita toma el control de nuestras vidas y te hace creer que él eres tú.

De nosotros dependerá que dejemos que nuestro ego trabaje a nuestro favor o en nuestra contra

¿CÓMO?… Tomando conciencia de él cuando aparece.

Según el investigador, Iván Durán Garlick, autor del libro “El Ego”:

“la mente de una persona con poca autoconciencia es un hotel cinco estrellas para el ego”.

Así que esto es lo primero que debemos hacer:

Tomar conciencia cuando este aparece,

Presta atención e intenta detectar cuándo aparece en escena tu Ego y este intenta tomar el control.

Una pista!!!… Cada vez que te escuches diciendo “YO….” lo más probable es que tu Ego haya salido a escena.

Por ejemplo, en una discusión.

Cuando te encuentres inmerso en una discusión empeñado en demostrar que tú tienes razón… es tu Ego el que está tomando las riendas…

Cuando se trata de tener razón el Ego aparece en su máxima expresión.

¿Qué hacer entonces?

Lo primero es tomar conciencia de que ha aparecido a escena y ser tú el que decida si vas a dejar que domine la situación o no.

“Somos tan limitados, que creemos siempre tener razón” (Goethe)

Tomar esa decisión una vez que hayas detectado cuando aparece tu Ego es sencillo, solo pregúntate:

¿Va a ser positivo para mí dejar que mi Ego tome el control? ¿Me beneficia esa actitud o me perjudica?

Si la respuesta es que no es positivo… Simplemente no permitas que tome el control…

Así de sencillo!… la decisión es solo tuya, tu eres la única persona que puedes hacerlo callar.

Tu Ego es importante en tu vida… pero tu felicidad mucho más, ¿no crees?

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lunes, 20 de junio de 2016

Cómo superar el miedo a la procrastinación

procrastinacion

La procrastinacion es una dilación o aplazamiento voluntario ante los compromisos personales pendientes, a pesar de ser consciente de las consecuencias de no hacerlo (Angarita, 2012).

El hábito de la procrastinacion es una forma automática  de retrasar la realización de actividades.

En su base habitualmente se encuentran como mecanismos principales de actuación: la evitación de la frustración (si no ponemos energía en hacer algo, no es posible que nos salga mal), el miedo a fracasar (vinculado a una baja autoestima), el bajo uso de estrategias cognitivas, expectativas de baja auto eficacia (vinculadas a creencias irracionales) o una baja capacidad de auto regulación.

Hay una relación intensa entre falta de autoestima y baja tolerancia a la frustración.  Si dudas de tus capacidades probablemente te detendrás a pensar y dudarás (igual puedes equivocarte y hacerlo mal), estableciéndose un circulo vicioso en el cual la “no acción” contribuye a perpetuar la valoración negativa de ti mismo y a aumentar las dudas sobre tus propias capacidades.

La duda sobre uno mismo dispara la tensión y la frustración que se magnificará por la baja tolerancia a la frustración y la excesiva sensibilización a las sensaciones.

Para escapar de este círculo vicioso y como forma de autoprotección se dará una conducta de escape, para evitar las sensaciones negativas en forma de procrastinacion, renuncia o enfado.

De esta manera se pierde la oportunidad de ganar en habilidades y se perpetúa la visión distorsionada de uno mismo y de la realidad.

Las consecuencias de la procrastinacion derivan en:

  • aumento del estrés y la ansiedad. Tu mente se encarga de recordarte que hay cosas que tendrías que hacer y  no haces y por lo tanto la inquietud aumenta.
  • depresión y baja autoestima
  • sentimientos de inutilidad y culpabilidad porque no llegas a tus objetivos o a lo que te gustaría
  • bajo rendimiento
  • fortalecimiento de la procrastinación por condicionamiento y refuerzo negativo. No hacer cosas elimina la ansiedad que te provocaría intentarlo y dudar, por lo tanto se refuerza la actitud de procrastrinar.
  • juicio social relacionado con la evasión de responsabilidades.

¿Cómo salir del círculo vicioso?

  • Solo podemos hacer frente a nuevos desafíos y ver las cosas más positivamente si conseguimos estar relajados. Lo más importante por lo tanto es conseguir un buen nivel de relajación a través de técnicas de respiración.

  • Identifica prioridades, debes conseguir una visión que te ayude a decidir hacia dónde quieres ir.
  • Establece una lista de objetivos alcanzables y puestos en orden jerárquico. De esta manera la estrategia es perseguir los objetivos uno por uno desarrollando una técnica de auto-regulación.
  • Piensa en los motivos que te llevan a hacer las tareas y en las consecuencias que vas a obtener. La ilusión por las cosas es lo que realmente te va a “dar alas”.
  • Mantén la disciplina. La persistencia y la paciencia deben formar parte de tu nuevo vocabulario. Establece un compromiso. Firma un contrato contigo mismo, detallando todo aquello que te comprometes a hacer.
  • Puedes utilizar diferentes técnicas que te ayuden en la labor como: la técnica de los 10 minutos (proponerte trabajar en una tarea durante 10 minutos y luego parar para ir habituándote en pequeñas dosis al trabajo) o estrategias de gestión del tiempo (utilizar estrategias para que tu tiempo cunda más).
  • Toma conciencia de tu cuerpo, escúchalo. Te ayudara a identificar los sentimientos de frustración cuando aparezcan, para poder reconocer tus propias emociones y saber gestionarlas
  • Emplea técnicas cognitivas como la identificación de los pensamientos automáticos que te surgen cada vez que dejas para mañana alguna tarea que podrías hacer hoy. El problema puede ser la manera en cómo te hablas a ti mismo.
  • Reestructuración cognitiva. Modificación de los pensamientos que te impiden llegar hacia tu meta. Un ejemplo puede ser cambiar la creencia que no puedes fracasar. El fracaso no es malo si aprendes de él.

El objetivo es llegar a establecer una nueva forma de pensar, de sentir las emociones y de responder a los estímulos y aumentar la autoestima a través de nuevos desafíos graduales y realistas. Se consigue de esta manera desarrollar una conducta auto regulada mucho mas adaptativa y imprescindible para una buena estabilidad emocional.

Referencias bibliográficas

  • Angarita,L.(2012). Aproximación a un concepto actualizado de procrastinación. Revista Iberoamericana de psicología: ciencia y tecnología 5(2), pp 85-94

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domingo, 19 de junio de 2016

Síndrome del Emperador ¿es tu hijo un tirano?

principal

Lejos de disminuir, es alarmante la cantidad y evolución de los casos clínicos relacionados con el denominado síndrome del emperador, que en su versión para los niños más jóvenes se conoce también como síndrome del pequeño emperador. Así es, como auténticos tiranos se comportan quienes lo padecen, convirtiendo en “esclavos infelices” a los padres y en general a los familiares de los hijos que padecen este popular trastorno de conducta.

SÍNTOMAS Y CONDUCTAS ASOCIADAS AL SÍNDROME DEL EMPERADOR:

emperadorSuele tratarse de varones sobretodo, entre los 9 y los 17 años, comúnmente son hijos únicos y hay una mayor incidencia en familias con un nivel socioeconómico medio – alto.

“Este problema se caracteriza por un comportamiento agresivo (verbal o físico), y/o conductas desafiantes o provocadoras de ira en los padres y de violación de las normas y límites familiares; asimismo suelen presentar un alto nivel de egocentrismo, junto con una baja tolerancia a la frustración, empatía y autoestima.” _ Fuente: http://ift.tt/1UEPYS9

De alguna manera, estos chavales se hacen con un poder desmesurado sobre sus padres anteponiendo por encima de todo su bienestar aún a sabiendas de que se está hiriendo a otros de manera deliberada. Lamentablemente los actos de los afectados por este trastorno son bastante llamativos y suelen tener problemas con la justicia.

 

POSIBLES CAUSAS DE LA ALTA INCIDENCIA DEL SÍNDROME DEL EMPERADOR EN LA ACTUALIDAD:

delincuenteLa sociedad actual no nos echa una mano a la hora de corregir este problema. Continuamente se nos lanzan mensajes en lo que se nos incita a la satisfacción inmediata de necesidades y se fomenta la construcción de un ego consumista y despiadado. Como padres, continuamente se nos pone en la tesitura de tener que conceder o negar un determinado bien o capricho a nuestros vástagos. Es precisamente en el modelo que se establece de resolución de esas negociaciones a lo largo del desarrollo del niño donde reside una de las partes más importantes que darán lugar en el futuro a este tipo de problemas de conducta, el manejo y control de la frustración.

 

PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO DEL SÍNDROME DEL EMPERADOR:

empatiaPero, ¿cómo podemos prevenir la aparición futura de estos problemas de conducta? Evidentemente es importante empezar a trabajar ciertas habilidades en edades tempranas. Establecer límites claros, lejos de ambigüedades, al mismo tiempo que se marcan unas normas justas y consistentes. Aprender a decirles que “NO” cuando sea necesario y ayudarles a controlar la frustración que se genera, porque la frustración también educa. Otro factor importante sería la inteligencia emocional, es importante dejar que se expresen y que aprendan a comprender y controlar sus emociones. Favoreceremos el altruismo y la empatía a la vez que trataremos de reducir el egocentrismo, en este punto es importante también el papel que desempeña la escuela en edades tempranas.

 

REFLEXIÓN FINAL…

Para finalizar me gustaría puntualizar que si bien este trastorno de conducta no es un problema nuevo (últimamente lo tenemos a la orden del día gracias a programas de televisión que muestran casos muy llamativos que podemos incluir dentro de este tipo de trastornos) lo que sí que es nuevo es el incremento de los casos. Esto debe hacernos recapacitar como sociedad e intentar revisar qué tipo de valores estamos transmitiendo a nuestros hijos y qué patrones educativos son los más adecuados para evitar la aparición de estos comportamientos.

Si has leído este post y piensas que tu hijo ha desarrollado el síndrome del emperador, puedes solicitar asesoramiento poniéndote en contacto con nosotros, Webpsicólogos. Pide una cita para consulta online (http://ift.tt/1KS4AKz) o visítanos en nuestro gabinete de Albacete y estaremos encantados de diseñar un plan de intervención adaptado a tu hijo y a ti.

También puedes adquirir un manual que confeccionamos hace unos meses en Webpsicólogos para que aprendas pautas efectivas de educación y control de la conducta disruptiva de los hijos: Descargar manual

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sábado, 18 de junio de 2016

Delirios| creencias patológicas

Los delirios son creencias patológicas que se escapan al control de quien las sufre, viviéndolas con una intensidad abrumadora que a veces resulta muy difícil de distinguir de la realidad..

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jueves, 16 de junio de 2016

El apego y el vínculo materno.

vínculo materno

Tú imagínate. Un espacio cálido, armónico y protegido. Con sonidos más o menos suaves y con caricias de lo que te rodea. No tienes que moverte. Todo lo que necesitas te es facilitado sin ni siquiera pedirlo. Sensación de unión, de no soledad, de fusión. Una voz que te acompaña durante unos meses y que es lo único que seguramente reconoces, pero con eso tienes suficiente. Tú y ella. Tu madre.

Un día creces, y sigues creciendo tanto que aquel espacio en el que has cabido durante un tiempo se queda demasiado pequeño. Tienes que salir, o te obligan a hacerlo. Sales, te sacan. Luces, ruidos, cambio de temperatura, de sensaciones, de inestabilidad e inseguridad.

Todo aquello que te mecía en un ambiente tuyo y protegido ha desaparecido y de repente estás en un universo que ni siquiera eres capaz de ver pero que te parece infinito e ilimitado, porque a nivel corporal no sientes sus fronteras. Sólo que pasas de unos brazos a otros. Y hay muchas voces, muchas pieles y olores.  Menos cuando la sientes a ella, tu madre, todo lo otro es como un impacto tras otro.

Ella sabe cómo hacerlo, como cogerte y regalarte su cueva, aún. Frotándote con su piel, escuchando la respiración conocida que te ha acompañado durante unos meses, recibiendo besos de sus labios que hasta llegaban cuando estabas allí, dentro, cerrado/a, protegido/a.

La primera separación, la más gran de todas, se produce cuando nos sacan y nos separan de nuestra madre. Y desde una unión absolutamente simbiótica que había habida hasta entonces, yo con ella y ella conmigo, de repente me convierto en un individuo porque el cordón que nos unía ya está separado en dos. Ahora ya respiro por mí, me alimento porque busco o porque me lo dan y tengo que llorar para expresar que algo pasa. Aquello incondicional, aquel cielo inigualable, ya no está, y tampoco volverá.

Nuestra vida ha empezado hace un tiempo, pero diríamos que como individuo es entonces cuando comienza. En función de las circunstancias de cada uno, este vínculo seguirá de una manera más o menos unida, sana, segura, vinculante. La separación se hará notar más o menos, aunque en todos los casos seguirá estando.

Crecemos con esta herida de guerra. No para ser catastrofista digo eso. Seguramente forma parte del proceso de crecimiento y desarrollo de la persona y de su conciencia. El recuerdo de esta especie de unión mística con un ser, que lo podemos atribuir a la madre o un más allá, y que sea como sea un día notamos que nos es quitado y tenemos que aprender a convivir con nosotros/as mismos/as.

No se nos dice, no se nos explica la importancia de este inicio, de este comienzo por el camino de nuestra vida. Todo se da demasiado por hecho. Que ahora ya hemos salido y es lo que hay, que después vamos a la escuela y es lo que hay, también. Y si lloramos, si gritamos, si reclamamos, es porque necesitamos que alguien, ella o quien sea, nos mire a los ojos, nos abrace, y nos diga que no pasa nada.

Que entienden nuestro susto, que ellos también lo han sentido, y que nos acompañan en esta valiente aventura que estamos comenzando. Es el pilar de la vida, la base de nuestra futura existencia aquí.

Pasan los años y de una manera inconsciente, seguimos anhelando y buscando aquello que un día tuvimos. Aquel ofrecimiento gratuito, aquella mirada incondicional y protectora. La buscamos en los propios padres, en los amigos, en los profesores y vecinos. No lo sabemos que hacemos esto, porque como he dicho, nadie nos ha explicado que esta huella es profunda y que si no nos damos cuenta guiará siempre nuestros pasos. Seremos capaces de vendernos por un rato de amor, de mirada sincera, de atención, de apoyo y admiración.

Aquí empiezan a aparecer las capas de mula que nos vamos poniendo encima para gustar y ser aceptados. Recordad que la finalidad es con una intención tan genuina y positiva como recibir un poco de aquel amor que en el fondo de nosotros mismos sabemos que un día vivimos. Recuperar la confluencia perfecta que tuvimos. Y entonces comenzamos a mirar a fuera y poco dentro. Como desde una mirada que va haciéndose adulta, se esconde un niño o niña pequeños que piden socorro y afecto. Para conseguir esto somos capaces de hacer lo inigualable. Tres carrera, ocho másteres, subir todas las montañas del planeta y tirarnos con paracaídas. Para nada hacer todo eso tiene nada de malo. Siempre que sea uno el que auténticamente lo elija.

Una de las situaciones que más despiertan algo parecido a este primer vínculo, son las relaciones de pareja. Aparece un individuo, una persona, que durante un tiempo me da la exclusiva. Nos ve y nos mira, y aplaude cualquier aspecto de nuestra existencia. Nosotros también lo hacemos con el otro. Es la fase del enamoramiento, que es tan buscado u perseguido porque nos acerca a la experiencia de ser uno con el otro. Un día esto se rompe.

El espejismo se va haciendo realidad y, simplemente, comenzamos a ver con más claridad y realidad. Esto implica que esta burbuja se deshace también. El otro quiere ser más él, recuperar su espacio, y yo necesitaré lo mismo en función de cuánta sea la necesidad no cubierta que ha quedado en mí de aquel primer vínculo con mi madre o con la figura que la sustituyera.

Si tuve un vínculo seguro, sabré plantarme mejor sobre mis propios pies. Si el vínculo fue inseguro o ambivalente, si me faltó mucho para sentirme realmente visto/a y querido/a, empezaré a reclamar y a necesitar que éste que me está dejando de mirar como lo hacía unos meses antes, lo siga haciendo continuamente. Sin esta mirada del otro sentimos que dejamos de existir, que todo acaba, que no somos capaces de seguir adelante. Algo parecido a lo que debemos sentir, aunque no lo recordemos, cuando nos arrancan y nos tiran al vacío de la vida justo al nacer.

Es muy importante hacer un proceso de conciencia descubriendo como fueron mis primeros vínculos. Por ejemplo, podemos empezar a investigar como fue el embarazo de mi madre, el nacimiento (natural, forzado, si me separaron rápidamente o pudimos compartir un rato al nacer, si hubieron complicaciones al parto o no…). ¿Cómo estaban los ánimos en casa cuando llegué? No es lo mismo entrar en un ambiente armonioso y feliz, donde habrá más accesibilidad a la vinculación auténtica y afectiva, que en un ambiente deprimido y agresivo, donde los adultos estarán tan ocupados con sus historias que ya desde un principio el recién llegado no tiene cabida ni espacio.

¿Cómo eran mi padre y mi madre? O los adultos que estuvieran conmigo. ¿Me miraban, me apoyaban? ¿O tenía que buscar estrategias complicadas para conseguir su atención? Ya sea haciendo el payaso, rompiendo cosas, o pegando a mi hermano. Haciendo una lectura de esto, se pueden llegar a encontrar paralelismos con mi realidad como persona adulta. Entonces me puedo preguntar, también, qué y quién hay detrás de algunas de las acciones que realizo y que quizás hasta día de hoy ni siquiera me había cuestionado si son realmente escogidas por mí. ¿Quién querría que las reconociera?

El camino hacia la responsabilidad personal, el camino del guerrero, el camino de sanación y de recuperación de la propia individualidad como ser único e irrepetible… pasa por hacer una limpieza y una toma de conciencia de todo esto. Para ir cicatrizando las heridas que pudieron quedar en mis inicios y que puedo estar arrastrando en las diferentes relaciones de mi vida, pidiéndoles algo que no les corresponde en realidad.

Podemos volver, durante un tiempo, al principio de nuestra historia e infancia y, como adultos, explicarles a aquel niño o niña que fuimos que ahora estamos nosotros con él/ella y que estamos dispuestos a cuidarlo/la y aceptarlo/la tal y como es. Que pase lo que pase, no le abandonaremos, estaremos aquí, el/la veremos. Que cuando necesite alguna cosa no se desespere buscando fuera, sino que me llame e iré a buscarle para mecerlo/la y explicarle lo que necesite escuchar para encontrar la calma.

Podemos cerrar los ojos e imaginar que jugamos con él/ella, que le vamos culminando de todas las cosas que le hubieran gustado, que hubiera necesitado, y que no tuvo. No tuvimos. Al principio puede ser un ejercicio doloroso, pues si nunca hemos hecho esta mirada, abriremos la caja de pandora y descubriremos sentimientos muy profundos y enterrados que ven la luz por primera vez.

Pero esto nunca es en vano. Al contrario. Después de trascender este momento, este espacio secreto hasta entonces, empieza a aparecer una sensación de paz más profunda, de menos necesidad externa y más interna, de sentir que maduramos de una manera nueva y que nuestras propias raíces se clavan al suelo más firmemente.

Y, desde aquí, las ramas de nuestro árbol podrán crecer más seguras hacia el cielo en busca de la realización de nuestro sueños y anhelos.

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martes, 14 de junio de 2016

El secreto del éxito personal: Autoestima y empatía

autoestima

Hace pocos días, hablaba de este tema con una amiga y ella me decía ¿de verdad escribirás sobre la autoestima y la empatía juntas, con todo lo que hay que decir de cada una por separado?

Y tiene razón, se han escrito tantas cosas sobre la autoestima, y tantas otras sobre la empatía, que quizás pudiera parecerte que ahora leerás más de lo mismo, pero lo cierto es que quiero mostrarte otro punto de vista, en el que autoestimarte adecuadamente hará que desarrolles tu forma de empatizar con los otros, a la vez que ponerte en su lugar de vez en cuando, comprenderlos y ayudarlos, reforzará la valoración que haces sobre ti mismo.

La autoestima

La autoestima es baja o adecuada, pues “tener una alta autoestima” es un término que aunque se refiere desde el sentido común, no cuenta con aceptación por parte de los especialistas, para ellos dicha frase tiene más que ver con el narcicismo, que se aleja también de autoestimarse adecuadamente.

¿Cómo sé si me valoro y estimo lo suficiente? Podría darte mil respuestas, elijo algunas que rara vez fallan:

  • No compites con los demás para tener mejor apariencia, mejor trabajo, mejor auto, experimentas el éxito como una sensación real, alejada de las banalidades y las apariencias efímeras.
  • No tienes miedo a emprender nuevas ideas, te sientes con la total capacidad para asumir retos, sabes que debes prepararte y esforzarte, y lo lograrás.
  • Eliges espacios y compañías saludables, que aporten a tu desarrollo personal, eliminando todo lo tóxico que hay a tu alrededor.
  • Miras la vida con el ojo optimista, consciente de que las dificultades siempre estarán, pero tu buen humor y tu energía, te ayudarán a eliminarlas o lidiar con ellas.

Una autoestima saludable, muestra una persona segura de sí misma, confiada y alejada de todo lo que traiga sabor a frustración, elemento vital para estar dispuestos a comprender y ayudar al otro situándose en “sus zapatos”, lo que conocemos generalmente como empatía.

Cualidad-competencia-característica-etc… que constituye el tema preferido de tantas personas, profesionales o no, independientemente de su especialidad, un tema que parece una “verdad de Perogrullo”, que a fuerza de ser tan repetida, no nos queda duda de lo que es, pero que sin lugar a dudas se ha convertido en una enfermedad social.

Goleman, conocido psicólogo estadounidense autor del Best Seller Inteligencia Emocional, definió que “la conciencia de uno mismo es la facultad sobre la que se erige la empatía, puesto que cuanto más abiertos nos hallemos a nuestras propias emociones, mayor será nuestra destreza en la comprensión de los sentimientos de los demás”; a pesar de que no lo comuniquen con palabras.

Pudieras pensar: ¡no tengo que tener una autoestima adecuada para conectar emocionalmente con los demás!, y tienes razón, pero…conocerte a ti mismo es el primer paso para poder aceptarte, y cuando te aceptas como eres te acercas a quererte y valorarte, y esto es la autoestima.

Son las competencias emocionales las que definen éxito (genuino y logrado), más allá del CI, eso ha quedado demostrado en las últimas décadas, a partir de investigaciones y testimonios reales de personas “inteligentes” académicamente que “no consideran merecer” ser empleados de otros con menos “brillantez” intelectual pero que no tienen problemas a la hora de establecer relaciones sociales e influir en los demás.

La falta de empatía logra lo mismo que una autoestima disminuida y otra narcisista

1. Necesidad imperiosa de competir con el otro para demostrar un “soy más valioso”, no solo imposible de lograr, sino también de creer, hasta para quién se quiere convencer de ello.

2. Negación del rol social permaneciendo esclavos de un individualismo cuasi- enfermo, en el afán cada día más lejano, de lograr la realización personal que se necesita para llegar a “quererse como uno es”.

¿Cuántas veces has herrado en tu relación de pareja, con tu hijo, con tus padres, amigos o colegas tras el escudo de “proteger tu autoestima pensando más en ti”?

Pasar por encima de los sentimientos de los demás, no intentar comprender lo que motiva su comportamiento o sus afectos, permanecer sordos a las emociones ajenas no es solo una terrible falta de empatía, es también muestra de una necesidad egoísta de “no perderme en el otro, navegando en las aguas turbias de sus problemas, a fin de cuentas tengo los míos”.

Vemos personas hostigadas víctimas de “diferencias” asumidas como amenazas por otros, somos testigos de crisis económicas severas, portadoras de un lema “sálvese quien pueda”, tras la promesa de un mundo tan “modernizado” y cambiante, pareciera que vivimos en una selva donde escasean las relaciones humanas sinceras, saludables y sólidas.

Pero son noticias alentadoras las que te traigo:

Primero que la autoestima y la empatía se desarrollan, se alimentan y se entrenan, así que estás a tiempo!!!!!!

Segundo que puedes hacer tu parte para cambiar las cosas, si tienes bebé o lo tendrás, es tu principal misión enseñarlo a ser un futuro adulto seguro, asertivo y empático, mostrándole que lo quieres, manteniendo una comunicación abierta, reconociéndole sus logros y alentándolo en sus fracasos, mostrarle cómo sus conductas dañan a las demás personas y cómo interesarse por ellas…. Y otras formas que pudieran incluso ser el contenido de otro post!!!!

Tercero que las relaciones auténticas, sin poses ni fingimientos, lo que nos hace humanos, es lo único verdaderamente perdurable, difícilmente haya un mejor alimento para la existencia, tener una autoestima adecuada te brinda seguridad y sosiego, y ser empático la posibilidad de cultivarte, crecer y aprender de tu relación con el otro.

Te invito a no desaprovechar esa oportunidad.

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Los celos ¿son una consecuencia del amor?

¿Sentir celos quiere decir que uno está amando a alguien?, ¿Los celos son un símbolo de amor? Hablemos de qué son los celos, qué es el amor y qué pasa cuando ese sentimiento se va de las manos.

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Sentir celos no es amor

 

Una de las grandes dificultades que vemos hoy día en la clínica, y fuera de ella, es la dificultad para establecer una relación sana y equilibrada con otra persona. Claramente, los celos pueden darse en cualquier relación y no sólo en el ámbito del amor pero, en la mayoría de las ocasiones, es en esta relación íntima y estrecha donde afloran con toda su plenitud.

Se han relacionado a los celos y el amor de manera íntima, directa e incluso quien lo ha tildado de romántico. Han sido muchísimas veces asociados pero nunca se ha dicho que sentir celos sea algo bello o que hable del verdadero amor.

Shakespeare lo describió como el “monstruo de los ojos verdes” o Vicente Aleixandre describió a la persona celosa como “Ni si quiera la prueba de lo absurdo de sus sospechas podrá consolar al celoso, porque los celos son la enfermedad de la imaginación” o citando a Dostoyevski “¿Qué valor tiene un amor que obliga a una vigilancia incesante? Ninguno. Pero esto no lo comprenderá jamás el típico celoso”.

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Qué son los celos: inseguridad, patología y posesión

Los celos son un sentimiento que asola a la persona, que la convierte en un ser irracional aunque sea por unos breves instantes en los que las inseguridades y los miedos reaparecen con toda su fuerza, perdiendo la objetividad del momento. Ni qué decir cuando hablamos de celos patológicos o cuando se confunde el amor con el sentimiento de posesión.

Cuando hablamos de celos patológicos hacemos mención a las personas que sienten celos por miedos infundados, de manera irracional y que va más allá de un breve momento, puesto que destrozan sus hábitos diarios y toda la energía se pone en saber qué hace la otra persona en cada momento, con quién y por qué.

Aún así, ese “atar en corto a la otra persona” no va a suponer un alivio pues siempre se mantendrá una duda de la que jamás podrá escapar, ya que el celoso no sufre por lo que ve, si no por lo que imagina. Es un sentimiento insoportable que genera muchísimo sufrimiento, pudiendo llegar a ser un claro motivo de ruptura de pareja.

celos

Los celos también hablan de las propias inseguridades y miedos, en la medida en la que uno pueda enfrentarse a ellos estaremos hablando de un tipo de celos u otro. Cuando hablamos de una persona dependiente emocionalmente de su pareja, el temor a la pérdida del otro se va a convertir en una demanda tan desorbitada de atención, en una exigencia tan intensa que hace que el otro deba permanecer de manera constante demostrando que es la única persona, sin la cual no puede estar, para poder sentirse válido.

Paremos un momento y reflexionemos sobre este funcionamiento de pareja. Por desgracia, muchos siguen buscando la media naranja, sin darse cuenta de que han de ser una naranja completa para encontrar otra naranja completa con la que compartir vivencias. Ser con uno mismo, poder disfrutar de la vida y estar en equilibrio sin ponerle la carga a otra persona de ser quien le llene, quien le haga ser feliz. Son muchos aspectos de la vida y muchas personas las que pueden hacer que uno se sienta válido pero, en el caso de que todo se ponga sobre una sola persona, cuánta responsabilidad sobre los hombros ¿no os parece?

Una persona que sufre de celos patológicos o de una necesidad de poseer a la otra persona como si fuera un objeto, desarraigándola de toda necesidad individual, es muy probable que termine pidiendo o intentando que la pareja vaya cortando los lazos con todas las personas de su entorno, incluida la familia o el sector profesional.

celos-patologicos

Es llegar al punto de conmigo o con nadie. Es el momento en el que uno vuelve a plantearse si realmente los celos pueden ser un símbolo de amor, de ser amado o de estar amando inmensamente a una persona porque, entonces, me surge una nueva pregunta ¿qué es el amor? o ¿cómo se entiende desde esta perspectiva el amor?

El amor sano parte del respeto al otro, de no querer cortar sus alas sino ayudarle a desplegarlas y volar. Ese tipo de amor que a uno le invita a soñar y no a temer, a querer compartir momentos y no restringir la libertad del otro. De ser tolerante con sus opiniones, de escuchar lo que tenga que decir, de conversar. Un amor que quiere la felicidad del otro, que puede respetar sus deseos individuales como persona que es. Un amor que anime a vivir libre junto a alguien, no encerrado en una jaula de falso amor.

 

La entrada Los celos ¿son una consecuencia del amor? aparece primero en depsicologia.com.



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viernes, 10 de junio de 2016

Cómo mejorar tu calidad de vida

calidad de vida

En este post quiero plantearte una cuestión muy práctica.

Porque resulta que estamos aquí, pisando de pies en el suelo, y todos necesitamos cosas sencillas y prácticas para mejorar nuestra calidad de vida. Para sentirnos más satisfechos con nuestra experiencia vital.

Lo que sucede es que al plantearse uno este tipo de cuestiones, se entra en áreas muy intangibles que resultan difíciles de manejar. -¿Cómo lo hago?- Te podrías preguntar.

En este post te presento un método, que a mi me funciona, para aumentar la calidad de vida.

La Rueda de la Vida

Esta es una herramienta muy sencilla, usada mucho en coaching, que te permite valorar cuantitativamente las diferentes áreas de tu vida. De lo que se trata es de dibujar una rueda con diferentes radios y en cada uno de ellos situar un aspecto que resulte muy relevante para ti. Por ejemplo:

  • Familia
  • Trabajo y dinero
  • Salud física
  • Relaciones sociales
  • Estado emocional
  • Ocio

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Esto es sólo un ejemplo, para entendernos. En tu caso, deja que salgan los temas que primero te vengan. Tu cuerpo es sabio, saldrán los más importantes para ti. Agrupa, como mucho, en 6 áreas. Cuanto más simple mejor.

Ahora valora cada área de 0 a 10; donde 0 es que te sientes muy mal en ese aspecto (y coincide con el centro de la rueda) y 10 que estás genial (en la circunferencia exterior)

En el ejemplo:

  • Familia: 6
  • Trabajo y dinero: 7
  • Salud física: 4
  • Relaciones sociales: 6
  • Estado emocional: 5
  • Ocio: 6

Une los puntos y ahí aparece tu rueda de la vida.

rueda2

Si esta fuera la rueda de tu vida… ¿cómo rodaría tu vida? La respuesta corre de tu cuenta 😉

Hasta aquí, esta herramienta, te ayuda a tomar consciencia de cual es tu situación actual. Te permite cuantificar, de forma muy tangible, cómo sientes tu vida en estos momentos. Puedes ver en que áreas te sienes satisfecho y en que otras no tanto.

Realizar este test, más adelante en el futuro, te permite cuantificar tu evolución. Podrás ver, sobre el papel, los resultados de tus esfuerzos.

A partir de aquí empieza el trabajo de verdad, para mejorar tu calidad de vida.

Tus estándares de vida

Haz la media de tus áreas. En este caso (6+7+4+6+5+6)/6 = 5,7

Este dato, te da una idea de por dónde se sitúan tus estándares de vida actuales.

En el caso de este ejemplo, la persona siente que su situación vital es un poco “reguleras”: 5,7. Siente que está en un momento bajo de su vida. Y, sin estar mal del todo, puede constatar claramente que hay varias áreas a mejorar.

Habitualmente nos movemos entre una horquilla, con un mínimo y un máximo. Y lo que cuesta, realmente, es salir de ahí.

Con el dato anterior, si te sientes bien, es que estás cerca de tu límite superior. Y si te sientes mal, estás cerca de tu límite inferior. Pero cuesta mucho salir de esa horquilla.

Imagina, cómo si fueras la persona de este ejemplo, que tu horquilla fuera (5-7). Cuando sientes que caes cerca del 5, y esto pasa de forma inconsciente, sientes que las cosas están yendo fatal. Y te pones en acción a cambiar y mejorar aspectos que no te gustan.

Y cuando todo este trabajo te lleva a una experiencia subjetiva cerca del 7, parece como que todo empieza a funcionar, te relajas, y vuela para abajo. Te habrá pasado… ¿verdad?

Lo difícil es salirse de la horquilla. Y esto es así porqué esa horquilla la define tu sistema de creencias.

Supera tus estándares

Para mejorar tu calidad de vida debes superar tus estándares, desplazar la horquilla hacia arriba. Esto es: pasar de (5-7) a (6-8), por ejemplo. Y ¿cómo se hace esto? Pues debes romper tu sistema de creencias. Ahora vas a ver cómo.

Escoge un área, y sólo una, y propónte mejorar ahí. Si quieres mejorar en todo, al final no mejoras en nada.

Por ejemplo: “Salud física”.

Quieres mejorar tu salud física de un 4 a un 6. Para ello te planteas hacer ejercicio físico y mejorar tu alimentación. Si consigues ir al Gym 3 veces por semana y comer fruta 3 veces al día, te valorarás en un 6.

En tu caso, puedes hacer lo mismo para alguna de las áreas en concreto que hayas elegido. Aquí dispones de ideas para realizar un plan de acción o de cómo definir objetivos concretos para que la meta que te has propuesto la puedas realizar.

Y luego te pones en acción.

Voy a suponer, que eres una máquina, y logras conseguir tu objetivo.

Efecto contagio

Entonces, cuando trabajas con autodisciplina y de forma enfocada en un área y consigues tu objetivo, resulta que mejora tu autoestima, tu autoconfianza, tu autosatisfacción,… y automáticamente mejora tu autoevaluación en otras áreas. Este es el efecto contagio.

En el caso del ejemplo, podría pasar algo así cómo:

Has conseguido tu objetivo en la salud física. Tu evaluación pasa de 4 a 6. Como todo está relacionado, es muy probable que el verte mejor físicamente, haya mejorado algo tus relaciones sociales. Esto te hace sentir mejor emocionalmente, disfrutas más tus momentos de ocio y esto mejora tu relación de familia. Imagina el siguiente efecto.

  • Familia 7
  • Trabajo y dinero 8
  • Salud física 6
  • Relaciones sociales 7
  • Estado emocional 6
  • Ocio 7

Efecto rebote

Ahora tu media se sitúa en 6,8. Estás muy cerca del 7, tu límite superior que define tus estándares de calidad de vida.

Aquí empieza lo difícil. Seguro que te habrá pasado. ¡Por arte de magia las cosas empiezan a ir mal!

Si continuaras con tu objetivo de mejorar tu salud física y llegaras a romper tu media de 7, de forma inconsciente te empezarías a boicotear. Sí, sí,… como lo oyes, te empezarías a boicotear.

Tal vez, siguiendo el ejemplo, el pasar de ir 3 veces al GYM a ir 5 veces, repercute en tu familia. Los ves menos y te lo hacen notar. Y esto te afecta en tu rendimiento en el trabajo. Tampoco disfrutas de tus momentos de ocio porqué tu bajo rendimiento laboral te persigue fuera del trabajo. Y esto repercute en tus relaciones sociales y en tu estado emocional.

Tu calidad de vida global no ha mejorado. Vuelves a estar igual. Sí, has mejorado un aspecto. Pero se ha visto balanceado por el resto de áreas de tu vida.

Existe una barrera invisible que no consigues superar. Y esto genera una experiencia de frustración que es muy probable que hayas vivido.

Tus creencias condicionan la expectativa que tienes de tu satisfacción en la vida

Y cuando llegas a tu límite superior te boicoteas para mantenerte en tus estándares.

El efecto globo

El secreto, y es muy fácil, es el siguiente:

Enfócate en mejorar un área manteniendo lo que hacías bien en las demás

Pero esto provoca lo que yo le llamo el “efecto globo”. Cuanto más hinchas un globo, más tensión hacen las paredes del globo para volver a su estado original. Y si dejas de soplar y dejas de “presionar” la boquilla del globo… se deshincha. ¡Porqué el globo es elástico!

Pero tú no eres elástico… ¡tú eres plástico!. Y los plásticos, sometidos a tensión durante un cierto tiempo, experimentan fluencia. Esto lo aprendí en mecánica de medios continuos… ¡de algo me sirvió estudiar una ingeniería! 😉

Fíjate en la barriga de una chica embarazada. Cuando tiene el bebé, la barriga no vuelve de forma instantánea a su forma original.

¡Las personas nos comportamos de forma plástica!

Mejorar la calidad de vida

Por lo tanto, se trata de mantener el enfoque el tiempo suficiente (suelen decir 21 días), para que se produzca en ti el efecto de fluencia. Y durante todo este tiempo, necesitas sostener la tensión que sientes al experimentar un aumento en tus estándares de vida. ¡Y esta tensión la vas a notar en todas las áreas de tu vida!

Y esta tensión puede ser muy grande. Lo fácil… abandonar.

Pero si consigues sostener esta sobretensión, durante todo este tiempo, se producirá fluencia en ti y tu espacio interior crecerá. Habrás creado una evidencia vivida de que tu antigua creencia era falsa.

Vivirás la sensación subjetiva de que tu calidad de vida ha mejorado. Y, de hecho, así habrá sido. Si repites la Rueda de la Vida tu puntaje será mayor.

Pero no porqué hayas querido puntuarte mejor, sino porqué habrá cambiado lo único que permite que tu vida cambie. Habrás superado una creencia limitante e instaurado una mejor. Y eso te habrá permitido mejorar tu calidad de vida.

Y eso es todo. Un método muy simple, para conseguir un resultado muy rápido. Y, cómo siempre, no te creas nada de lo que te cuento. Pruébalo en ti mismo.

¿Has experimentado el efecto contagio?, ¿y el efecto rebote?, ¿y el efecto globo?… Si quieres, puedes compartir tus experiencias en el hilo de comentarios más abajo.

Photo credit: Jumping via photopin (license)

Photo Credit: Silvia Travieso G.

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