Vivimos, trabajamos, pensamos, sentimos y muchas veces obviamos que el cambio es posible y quizás también necesario.
Nos asusta lo desconocido, el hecho de no saber qué pasará, el mañana, la incertidumbre, y por no afrontar este miedo, evitamos ir más allá y nos acomodamos dentro de una zona de confort previsible y rutinaria porque la vemos segura. Preferimos ir pasando días, y quizás vivir sin emoción, vacíos y frustrados.
Necesito un cambio?
Cambiar es algo deseado y temido a la vez. Necesitamos salir de una situación, pero nos sentimos cómodos viviendo lo conocido.
En todo cambio está implícita la toma de decisiones, lo que supone tener claro donde queremos ir, o al menos aquello que no queremos.
Desear un cambio y no tomar una decisión es un proceso que nos desgasta psicológicamente, y nos mantiene en un estado pasivo de bloqueo constante.
Pensamos que un cambio no es posible, ¿o quizás si?
¿Qué debo hacer?
– Reflexionar. ¿Lo quieres realmente? Si vamos buscando excusas para no afrontar ningún cambio, difícilmente podremos iniciar nada. La negación es un mecanismo de defensa que nos ponemos para no intentarlo.
– Ser capaz de renunciar. Hay que dejar cosas atrás y normalmente duele
– No idealizar las situaciones y ser realista. Todo cuesta, no hay salidas perfectas y en todas partes hay ventajas y desventajas.
– Buscar la motivación necesaria. La motivación es realmente el motor del cambio. Sin esta no será posible porque es la que nos da la energía necesaria para llevarlo a cabo.
– Romper hábitos. Si realmente queremos cosas diferentes, tendremos que comportarnos y hacer cosas diferentes. No podemos esperar que todo cambie por arte de magia.
– Saber convivir con la incertidumbre. Ser capaz de salir de la zona segura y afrontar que no sabes hacia dónde irás. Hay que dominar la ansiedad que esto produce y no dar vueltas a las cosas, y mucho menos avanzar escenarios negativos.
– Ponernos metas. Visualizar a nosotros mismos. Vernos tal y como nos gustaría en unos años.
– Avanzar en pequeños pasos. Si nos ponemos objetivos demasiado exigentes es posible que nos desmoralicemos muy pronto. Es mejor dividir nuestras metas en pequeñas metas a conseguir.
– Gratificarnos a nosotros mismos por todo lo que hemos ido consiguiendo. El mero hecho de hacer el primer paso ya es motivo de celebración.
– Afrontar el miedo a equivocarse. Todos podemos equivocarnos, y de los errores también se aprende. Quien más se equivoca es quien nunca lo ha intentado.
El cambio es inevitable y nos acompaña en todas las etapas de nuestra vida. Desde que nacemos estamos sometidos a cambios y tenemos que conseguir metas para pasar de una etapa a otra. En un primer momento genera miedo y quizás rechazo, pero a medida que vamos avanzando ganamos en seguridad. El cambio es necesario para la adaptación a nuestro entorno.
Y recuerda: Querer un cambio y no decidir nos estanca y nos deja con una sensación de ver pasar la vida. La enorme factura que nos queda es una elevada insatisfacción personal y un sentimiento de vacío constante.
Photo Credit: Mujer practicando Yoga via Shutterstock
La entrada Cómo superar el miedo al cambio aparece primero en Psicocode.
from Psicocode http://ift.tt/2vATZ0T
via IFTTT
No hay comentarios:
Publicar un comentario