A lo largo de la vida son muchos los factores sociales, psíquicos y biológicos que determinan la salud mental de las personas. Además de las causas generales de tensión con que se enfrenta todo el mundo. Muchos de los adultos mayores se ven privados de la capacidad de vivir independientemente por dificultades de movilidad, dolor crónico, fragilidad u otros problemas mentales o físicos, de modo que necesitan asistencia a largo plazo.
¿Cómo generar una atención en salud mental en adultos mayores?
En primer lugar, la salud mental no es sólo la ausencia de trastornos mentales, está se define como un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, lo cual le permite afrontar las tensiones normales de la vida, pudiendo trabajar de forma productiva y fructífera y siendo capaz de hacer una contribución a su comunidad (Organización Mundial de la Salud, 2014).
En la mayoría de los países, sobre todo en los de ingresos bajos y medios, los servicios de salud mental adolecen de una grave escasez de recursos, tanto humanos como económicos. La mayoría de los recursos de atención sanitaria disponibles se destinan actualmente a la atención y el tratamiento especializados de los enfermos mentales y, en menor medida, a un sistema integrado de salud mental (Martínez, Prieto, Posada).
De acuerdo a esto, la depresión es comúnmente un problema de salud mental en los adultos mayores. Un 15% de los adultos mayores de más de 65 años sufren este trastorno y muchas veces no está diagnosticado o tratado como debiera. Sólo 15% de los adultos mayores con depresión reciben un tratamiento adecuado. Adicionalmente, los ancianos son vulnerables al descuido físico y al maltrato.
El maltrato de las personas mayores no se limita a causar lesiones físicas sino también graves problemas psíquicos de carácter crónico, como la depresión y la ansiedad. Además, entre los ancianos son más frecuentes experiencias como el dolor por la muerte de un ser querido, un descenso del nivel socioeconómico como consecuencia de la jubilación, o la discapacidad. “Todos estos factores pueden ocasionarles aislamiento, pérdida de la independencia, soledad y angustia”
Sin embargo, a pesar del incremento poblacional de las personas de edad, y de las problemáticas sociales, económicas, políticas y sanitarias, que el mismo genera, no se han dirigido los recursos, atención, análisis y planteamientos que se requieren. Muy por el contrario, en el marco de la sociedad actual el adulto mayor ocupa un lugar poco privilegiado, de acuerdo a esto, son segregados del sistema laboral y obligados a abandonar una serie de roles que le brindan seguridad, reconocimiento y pertenencia laboral. Más aún, la ruptura de los lazos de solidaridad y el creciente individualismo genera situaciones de en dónde prima la exclusión social (Martínez, Prieto, Posada)
Para ello, la salud mental representa para el adulto mayor un proceso natural más cercano a la salud que a la enfermedad, caracterizado por el bienestar, el cual, a su vez, está constituido, principalmente, por la actitud positiva frente a la vida; también, por la capacidad de mantener una actividad física, tener relaciones significativas con su familia y unas adecuadas condiciones de calidad de vida; es decir, tener paz y tranquilidad, ser cuidado y protegido por la familia, en condiciones de dignidad, amor y respeto, y poder participar como ser social, con libertad de expresión, decisión, comunicación e información (Martínez, Prieto, Posada, 2009).
Finalmente, es imprescindible proporcionar a los adultos mayores una atención de salud mental eficaz en el nivel comunitario. La misma importancia tiene poner de relieve la asistencia prolongada de los adultos mayores aquejados de trastornos mentales, así como dar formación, capacitación y apoyo a quienes los atienden. Es imprescindible contar con un marco legislativo apropiado, basado en las normas internacionales sobre derechos humanos, para ofrecer los servicios de la mejor calidad a las personas con enfermedades mentales y a quienes cuidan de ellas.
De acuerdo a esto, una buena asistencia sanitaria y social en general es importante para mejorar la salud, prevenir enfermedades y tratar los padecimientos crónicos de las personas mayores. Por lo tanto, es importante capacitar a todo el personal sanitario que debe enfrentarse con los problemas y trastornos relacionados con la vejez, de acuerdo a esto, los países deberían integrar la salud mental en la asistencia primaria, ofrecer atención de salud mental en los hospitales generales y crear servicios comunitarios de salud mental (Martínez, Prieto, Posada, 2009).
Referencias
Martínez, A; Prieto, A; Posada, M. (2009). Una mirada a la salud mental positiva en adultos mayores: grupos focales. Recuperado http://ift.tt/2slnQsj
Organización Mundial de la Salud. (2014)¿Qué es la Salud Mental? Recuperado de http://ift.tt/2sQglgB
Photo Credit: Mujer mayor via Shutterstock
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