viernes, 9 de junio de 2017

¿Te imaginas no volver a trabajar nunca?

no volver a trabajar

A lo largo de la historia, personajes conocidos  han escrito frases relacionadas con el trabajo y por el amor a este:

“Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida.” (Confucio)

“El único modo de hacer un gran trabajo es amar lo que haces. Si no lo has encontrado todavía, … lo sabrás cuando lo encuentres.” (Steve Jobs)

Visto así queda muy bonito, incluso puede parecer una utopía al alcance de muy pocos, pero la realidad es otra actualmente.

En la vida, la línea de tiempo relacionada con el trabajo ocupa casi la mitad de la misma, por tanto si no conseguimos trabajar en aquello que nos gusta no llegaremos a tener una felicidad plena.

Ahora bien, ¿Qué nos gusta?. Si todavía no hemos trabajado en ello, ¿Cómo sabemos lo que nos gusta y lo que no?, ¿qué camino elijo para trabajar en aquello que quiero?… responder a estas preguntas no te lo enseñan en ninguna Facultad, Instituto, incluso ni en el Colegio…, realmente aquí  te capacitan y te habilitan para encontrar buenos trabajos pero obviando lo más importante: tu pasión.

Siempre he pensado que es muy importante introducir el término “Pasión” en el aprendizaje de la persona, más que nada para saber qué camino elegir a lo largo de nuestra vida. El tiempo pasa rápido, y cuando te quieres dar cuenta, te encuentras trabajando en algo que no te llena, aburrido, debajo de un jefe que no te agrada y haciendo lo mismo cada día.

Así que si estás en este punto, no te desanimes, porque lo bueno de la vida es que todo tiene solución y es lo que te vamos a explicar a continuación. Te voy a dar una serie de pautas a seguir para lograr trabajar en lo que te gusta, según tu entusiasmo:

Fase 1: Todos somos buenos en algo

Él camino fácil sería decir que no eres bueno en nada y seguir trabajando en aquello que odias, esta opción es mejor que la borres de tu cabeza y busques en tu interior aquello por lo cual sientes ímpetu y te consideras realmente bueno.

Esta búsqueda interior no es fácil, así que por ejemplo puedes dedicar un rato por la noche cuando más relajado estás a pensar en aquello que destacas. También puedes salir de tu zona de confort, cuando lo hacemos experimentamos grandes cambios y es donde nos damos cuenta de lo que realmente somos capaces de hacer. Estando en la zona cómoda no lograremos grandes resultados nunca.

En ocasiones uno quiere buscar las respuestas a todo en un momento, pero tenemos que pararnos y pensar que si no hacemos las preguntas adecuadas, por consiguiente las respuestas serán erróneas, te pongo un ejemplo:

Pregunta: ¿Los trabajos mejor pagados? (pregunta errónea). La base no ha de ser el dinero para buscar tu profesión.

Seguro que has buscado alguna vez en Google “trabajos más demandados..” y encontrabas una lista y decidías qué estudiar en función a esta lista. Es triste ofrecer nuestro tiempo y sacrificar nuestra efusión, por unas tendencias que van modificándose según nuestro entorno.

Escribir aquello que se te pasa por la cabeza es bueno, y ahora escribe las respuestas a las siguientes preguntas:

¿En qué materias destacaba en mi etapa de estudiante?

¿Qué cosas te resulta fáciles de hacer?

¿Con que sueñas a menudo?..

Fase 2: Observa / Investiga / Localiza

Una gran virtud que tenemos es la curiosidad y aquí debes de ponerla en práctica, nadie nace sabiendo pero la curiosidad puede ser tu gran amiga a la hora de buscar tu camino.

En este punto, yo que soy de la época de los 80´, recuerdo el Juego del “escondite”; contabas hasta “X número” y una vez acababas de contar salías a encontrar a tus compañeros hasta que al final aparecían todos y es que al final “el que busca encuentra”.

Cuando salimos a la búsqueda de nuestra pasión, debes de trazar un plan, marcar unos objetivos, ir despacio y no desesperar. La experiencia de la vida te ayudará a seguir en el camino correcto y no desviarte mucho hasta llegar a la meta. Puede que no aciertes al principio pero si buscas, eres curioso…. al final, encontrarás.

Fase 3: Saborea todo lo que haces

Ya le hemos puesto nombre a nuestro deseo, ¿hemos acabado?, sinceramente, NO. Todavía debemos trabajar bastante.

Hay que ser realista, el camino será largo pero no podemos aplazar la felicidad hasta conseguirlo todo, es un gran error. Todo el proceso forma parte de algo, así que tenemos que ir saboreando, masticando…. y sacándole el gusto a todo lo que vayamos haciendo.

No se puede ser mejor en algo, sin antes no haber pasado momentos difíciles, de hecho los mejores marineros no se hicieron en aguas mansas. Es aquí, donde te conocerás a fondo, forjarás tus grandes fortalezas y lo mejor de todo, lograrás seguridad. Sólo tú sabrás  el esfuerzo que ha costado todo y a lo que debiste renunciar hasta llegar a la meta, pero es parte del proceso y por ello es necesario que lo disfrutes.

Positivismo, mentalidad fuerte y realismo sobre el momento presente, piensa de dónde vienes y hacía donde te diriges. Lo que hiciste en tu pasado ha determinado tu presente, por tanto piensa que lo que estás haciendo en este momento determinará tu momento futuro. No estamos convirtiendo en el capitán de nuestra vida y vamos rumbo hacía nuestra felicidad.

Fase 4: ¿Dejamos de trabajar en lo que odiamos?

En nuestro punto de partida, estábamos trabajando en algo que odiábamos y lo hacíamos día a día. Pero no debemos de renunciar en estos momentos, este trabajo ha de funcionar como palanca hacía nuestro trabajo soñado, trazando un plan de acción.

Seguramente necesitarás dinero que te proporciona tu labor actual, por lo que debes de ir organizándote para dar el gran salto. Empieza dándole forma al instante en el que lo hagas y ponle grandes dosis de ilusión. Es normal que sientas miedo cuando des el paso, no temas, es lo más lógico.

Fase 5: Persiste y lo conseguirás

Posiblemente no tengamos éxito en nuestro primer intento. Se dice que los proyectos suelen terminar de forma diferente a como empezaron. El conductor del mismo tendrá que darle la dirección correcta. A medida que avancemos en el mismo, nos daremos cuenta de cosas, se nos presentarán oportunidades que antes no teníamos, alternativas e incluso la imagen que teníamos del proyecto original va mutando en función a los acontecimientos.

En resumen, lo más importante no es cambiar la idea que teníamos, sino, no abandonar. Si somos constantes, lograremos todo lo que nos propongamos en la vida.

No hay una ciencia exacta, ni nada escrito. Lo mejor es abrazarse a los fracasos como parte del éxito futuro y nunca tirar la toalla. Tenemos ejemplos en la historia; Thomas Edison tuvo que hacer más de mil intentos antes de que brillara la luz, Walt Disney fue despedido por “falta de imaginación”….

Dedicarte al oficio que te apasiona es cuestión de tiempo, perseverancia y trabajo. Pero imagínate que nunca más volvieras a trabajar.

Photo Credit: Chica montañera via Shutterstock

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