lunes, 20 de enero de 2020

Dismorfia corporal: Cuando tu mente transforma tu cuerpo

La dismorfia corporal es un trastorno muy común en la actualidad, debido a que somos una cultura obsesionada con los patrones estéticos. A grandes rasgos, la dismorfia corporal consiste en una alteración de la autoimagen y quien la padece ve defectos en sí mismo, que para otros no existen o no son mayormente relevantes.

Esto suena normal, debido a que muchas personas están constantemente preocupadas por su físico y pensando en que no tienen la nariz lo suficientemente linda o que tienen algunos kilitos de más.

Esto es normal, sin embargo el trastorno de dismorfia corporal se da cuando la actitud y comportamiento son desproporcionados o se basan en imaginarios.

¿Qué es la dismorfia corporal?

Dismorfia corporal

La dismorfia corporal se clasifica entre los trastornos somatomorfos, es decir, aquella serie de trastornos que tienen que ver con lo mental pero de una u otra manera involucran las formas del cuerpo.

En este caso, se trata de un inconformismo marcado con respecto a la autoimagen que se puede traducir en un defecto puntual que se magnifica en el pensamiento, o incluso en un defecto inexistente o alguna forma de la percepción.

En este sentido, muchas de las personas con dismorfía corporal terminan en quirófanos, centros estéticos o en salas de tatuajes y modificación corporal, llegando incluso a deformar dramáticamente sus cuerpos en su afán de huir de ese cuerpo que no aceptan como propio.

Por esta razón es necesario tener muy presente la siguiente afirmación de unos conocidos cirujanos plásticos en málaga:

“Si bien la cirugía plástica puede ofrecer una vida más cómoda y feliz al aumentar tu confianza y mejorar tu imagen, someterte a una operación para complacer a alguien más o durante un momento inestable de tu vida, no es algo sano. Por eso, tómate un tiempo y no decidas hasta que estés seguro de que el procedimiento estético es la opción adecuada para ti.”

¿Cómo opera la dismorfia corporal?

Se puede entender la forma de operar de la dismorfia corporal paralela a las formas propias del hipocondríaco, desde el sentido en el que la carga emocional resulta desproporcionada e incluso delirante con respecto al defecto, o supuesto defecto o falencia.

En este trastorno, se presentan una serie de distorsiones cognitivas con respecto a la autoimagen dando gran valía a estos defectos, lo que desencadena en una deficiencia cognitivo racional con respecto a los mismos, impidiendo que el sujeto integre estos a una imagen completa y propia. Se rechazan con vehemencia los defectos y se propende hacia las cirugías o intervenciones corporales que compensen este rechazo y brinden una mejor autopercepción.

En muchos casos, esto puede resultar contraproducente, pero en muchos otros ha sido suficiente para tramitar la angustia procedente del defecto en particular.

Se relaciona fuertemente con los trastornos alimenticios y con las disforias de género y disforias del cuerpo. Aunque esto en un sentido extenso, es una mera relación dada la sintomatología de este grupo de trastornos somatomorfos

Es importante resaltar que se puede dar en forma de defectos que es lo más común, pero también podemos encontrar la dismorfía corporal como una falencia que necesita ser solucionada.

Riesgos de la dismorfia corporal

En primera instancia están las implicaciones en la autovaloración de aquella persona que no reconoce su cuerpo como ideal o que se centra en defectos como representación propia ante el mundo.

Normalmente esto conlleva a estados depresivos o de aislamiento, lo que recorta la capacidad de afrontamiento al evitar exponer la situación o quedarse sin fuentes de apoyo social y/o Familiar.

Esto no solo sucede en una vía, es probable que en muchos casos, sean las personas las que tienden a alejarse de quien padece este trastorno al considerar aburrido o repetitivo el tema, además de irrelevante y poco importante. Se genera la idea de que el otro es un poco tonto o cobarde.

Por otro lado la dismorfía corporal, como mencionamos anteriormente, puede desembocar en cirugías estéticas o de modificación corporal. Este escenario puede resultar problemático en más de un sentido.

Primero está la cuestión de que toda cirugía implica un potencial riesgo, sin importar lo leve o poco invasiva que sea, y en segunda instancia está la incapacidad económica de algunos para pagar este tipo de intervenciones.

Esto puede terminar en lesiones o intentos de solucionar el problema de forma “casera”. En muchos casos, pacientes con dismorfia corporal realizan amputaciones caseras  u otros procedimientos sumamente peligrosos.

Por otro lado y teniendo en cuenta que esto funciona en el orden de las ideas, es posible que en algunos casos se llegue a intentos de suicidio o a la consumación del acto ante la imposibilidad de solucionar el problema o tramitar las emociones que este genera.

Diagnostico de dismorfia corporal

Siendo la dismorfia corporal un problema menos común de lo que parece, puede darse que en muchos casos se llegue a diagnósticos precoces o errados debido al devenir del mundo actual.

Lo anterior quiere decir que, en la actualidad debido a las dinámicas sociales y culturales, este trastorno se convierte en una piedra en el zapato para los profesionales de la salud mental.

Ahora los criterios para el diagnóstico son mucho más ambiguos, puesto que actualmente casi cualquier tipo de modificación corporal y estética parece entrar dentro de los parámetros de lo que podríamos llamar “Normal”

En este sentido el diagnostico de la dismorfia corporal debe tener una tendencia introspectiva e ir mas allá de los meros signos que se pueden llegar a percibir.

Es necesario por tanto prestar especial atención a los síntomas y a los estados emocionales que estos suscitan en las personas, para lograr acercarse a un diagnóstico acertado.

En consecuencia, actualmente no basta con observar severas modificaciones o cirugías estéticas para cerrar el diagnostico, sino que es indispensable establecer la fuente problemática de dichas resoluciones.

Esto no suele ser un problema en casos que empiezan a comprometer de una u otra manera la salud de los pacientes, como en el caso de las cirugías o desordenes de la forma relacionados a la alimentación, como la anorexia o vigorexia.

En estos escenarios es relativamente fácil establecer en qué punto la idea comienza a ser delirante y a afectar la conducta del paciente en cuestión.

El problema es que este no es el común denominador y en la mayoría de los casos el trastorno es tomado como un simple capricho o incapacidad de aceptarse. (Aunque realmente es eso, se suele pensar como algo trivial y sin importancia)

Siguiendo este orden de ideas, son muchas las personas que pasan su vida entera con este tipo de trastornos sin darse por enterados de que no es algo tan simple como un capricho dictado por los estándares de belleza externos.

Esperamos que este articulo ayude a despejar la mayoría de dudas relacionadas con la dismorfia corporal,  de no ser así extendemos la invitación a dejar un comentario con los factores puntuales en que consideres que necesitas mayor claridad.

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