Hace tan solo 8 meses he sido mamá y me gustaría escribir una serie de artículos sobre mi corta pero intensa experiencia, en este mundo de la maternidad. Los temas sobre los que voy a escribir serán:
– El post parto: lo que nadie te cuenta
– Mi hijo tiene la piel atópica
Jorge, llegó el 14 de agosto del 2015 y se ha convertido en un motor importante para nuestras vidas. Yo no quiero que Jorge sea perfecto, ni si quiera yo pretendo ser la mejor mamá de mundo, pero si quiero hacerlo de la mejor forma que se.
He tenido muchos miedos, fantasmas e incluso dudas sobre mí misma…he llegado a sentirme insegura. Si señor@s, los psicólogos también vivimos las etapas y los cambios con incertidumbre y a veces, hasta con un poco de ansiedad.
Voy a ser padre: Miedos, ilusiones y expectativas
Lo malo no es tener esos fantasmas sino creértelos, dejar que te convenzan y te impidan disfrutar lo bonito de cada etapa, de cada cambio.
Más de lo mismo: Cambiar para mejorar
¿Qué he aprendido?
1º ¡No dudes, sabes y puedes hacerlo!
Claro que hay dudas, “¿sabré hacerlo?”, “¿qué pasaría si…(y millones de cosas)?”, “¿estará bien?”, “¿respira?”, “¿me recuperaré?”, “¿me dará la subida?”, “¿mi leche alimentará?”, “¿mi pareja me seguirá viendo cómo mujer?” y a todo, el tiempo, te dará la respuesta.
Preocuparse nos mantiene activos pero ¿de qué nos sirve? La estrategia es pensar qué hacer para afrontar las diversas situaciones y en estos casos puedo preguntar a mi madre, a mi suegra, a amigas que también están en la etapa de la maternidad, a la matrona, mirar por internet, hay muchas alternativas.
Errores en la educación de nuestros hijos
Aprender pasa por conocer algo que desconocemos, disfrutar del aprendizaje desde lo que otros te puedan aportar de sus experiencias tiene un valor incalculable. Entre ese aprendizaje, tus ganas, tus deseos y ese motor que te ha llenado de energía…¡No lo dudes, sabes y puedes hacerlo!
2º Haz en cada momento lo que necesites
Tanto tu pareja como tú conocéis a vuestro hijo, por lo tanto, seréis quienes decidáis lo que creéis que es mejor para él o ella, y ello no supone estar pasando por alto lo que otros te recomiendan. Con todo esto me refiero a si decides darle pecho o no, usar una u otra marca de cremas o de pañales, decidir si quiero viajar o no con el pequeño, ir o no al médico, dejarlo llorar o cogerlo en brazos, ponerle dibujos o no hacerlo, …da igual, haz en cada momento lo que necesites.
Y te equivocarás en ocasiones, y hasta es posible que escuches un “ya te lo dije” pero estás aprendiendo y eso también supone, tener que cometer errores. No te machaques.
Cosas que no hacen las personas con empatia
3º Delegar, no es signo de debilidad
Sí, es tu hijo y tú lo conoces más que nadie, pero igual necesitas que te echen un cable en el cuidado del niño, en las tareas de la casa, en tus propios autocuidados, y no pasa nada si pides ayuda.
Los primeros días me dediqué a dormir poco, a estar hipervigilante a todo y a decir por activa y por pasiva “ten cuidado”. Conseguí ser consciente y deja de hacerlo.
El delegar, no es signo de debilidad es permitir que otros te ayuden para así, poder coger la fuerza necesaria en esta etapa y si os soy sincera, me encuentro más féliz.
Me quedo tranquila al 100 por 100 si mi niño está con mis padres, con mis suegros, con Sandra (la chica que lo cuida cuando estamos trabajando). También, cuando se queda a solas con su padre, cuando está con amigos y con otros niños, de hecho, me siento afortunada de que tantas personas importantes en mi vida participen en la crianza de nuestro hijo. Gracias
Pues lo dicho, la experiencia de los otros tiene un valor incalculable ¿nos aportas lo que has aprendido de la maternidad o paternidad?
La entrada ¿Qué he aprendido en la maternidad? aparece primero en WebPsicólogos.
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